Extra #1 No Te Creo

366 45 27
                                    

Abrí la habitación con mucho cuidado, la puerta produjo un chirrido lo suficientemente fuerte para escucharlo, eche primero un vistazo adentró. El cuarto tenía una cama matrimonia y me parecía irónico ya que sólo dormiría una persona, las sabanas de Sena color blanco perfectamente bien tendidas con algunas almohadas de algodón y plumas, al lado un cajón de noche con una lámpara, las paredes de color negro (típico en los vampiros) un cajonero tallado a mano color café y un candelabro a mitad del techo, una ventana del grandor de una pared con vidrios polarizados al frente.

Una puerta al lado de una estanterías de libros, los cuales podía sospechar eran demasiado antiguos, una pequeña sala con tres muebles individuales al rededor de una mesita pequeña de vidrio trasparente. Algunas maletas al lado de la cama aún no se habían desempacado, abrí totalmente la puerta y entre, sabía que me metería en un lío tremendo con la Directora Braus por estar buscando entre las cosas personales de Derek, pero era necesario. Ahora, por formar parte de la hermandad, debíamos tenerle respeto por ser el príncipe de la corte imperial vampírica. Pero, para su mala suerte yo lo había conocido como Derek Cranwel.

Me acerque hasta llegar a los libros, títulos y autores del siglo XV y hasta de la actualidad, algunos escritos a mano y en papeles que ya no se usaban, toque con mí índice uno de ellos de un escritor llamado (El Marqués de Sade. Diálogos entre un sacerdote y un moribundo) ya lo había leído uno de los libros favoritos de mí hermana. El escritor planteaba la religión desde dos puntos de vista, un ateo y un religioso, en el que explica porque él no cree en la religión ni en Dios. Me parecía interesante esa versión mundana de dos puntos de vistas que eran ciertos y a la vez no, solté un suspiro y me di la vuelta, entonces, me sobresalte al verlo a él de pie en la mitad de la habitación, mirándome con una ceja arqueada.

-Un increíble y muy buena elección, tuve la oportunidad de conocerle- dijo dando pasos lentos hacía la pequeña sala- Elif, la única de la familia Franklyn que no nos detesta- comento.

-¿Y qué te hace creer eso?- pregunté cruzándome de brazos.

-Te salve la vida en más de una ocasión- respondió.

-¿Y eso qué? Tú le cagaste la vida a mí hermana y nadie te lo está reprochando- me acerque a él hasta quedar a una distancia prudente- Yo no creó que estés aquí por casualidad y mucho menos por querer fingir ser un príncipe, así que te lo voy a preguntar una vez y sólo una vez- me acerque hasta quedar a centímetros- ¿porqué volviste?- pregunté- ¿a qué volviste?.

-Vine para ser el tutor de tú hermana.

-¿Ah sí? Otra de tus mentiras que no te creó, así que te lo vuelvo a preguntar ¿a qué volviste?.

-Ya te lo dije- Repitió mirándome a los ojos.

Apreté la quijada y le lance una mirada fulminante a Derek éste hombre jamás le intereso ser príncipe, ni mucho menos los tratados con el cónclave. No era una simple casualidad que le asignaran una estudiante en éste instituto tan lejos de Alemania y justo fuera Anais, jamás les tuve miedo a los vampiros y aquí me enseñaron a fortalecerme, jamás dejes que ninguno de los hermanos Cranwel me intimidara. Fue hacía la mesa en el centro y se sirvió una copa se sangre, lo sabía por su olor.

-Desde que tengo memoria mi padre y Aaron siempre nos protegieron a Tessandra y a mí, nunca hubo una sola cosa a la que nos enfrentáramos solas, siempre estaba nuestro hermano mayor allí. Cuando Anais llegó a nuestras vidas él la amo, igual que nos ama a nosotras, su mirada la primera vez que él poso sus ojos en ella fueron las de un lobo protegiendo a su manada- hablé con determinación- a pesar de ello siempre nos enseñaron a ser una guerreras capaces de defendernos solas, princesas vestidas de guerreras, así nos llamaba Aaron.

-¿A qué viene esto?- preguntó él.

-Aaron puede no estar aquí y mí padre tampoco, pero Anais me tiene a mí y así como ella nos protege de todo yo también la protegeré con garras y dientes. Derek, porque cuando se trata de proteger a mí familia la tengo muy clara- guardo silencio- si volviste con la intensión de hacerle algo, te juro por el ángel que no me temblará la mano para Atravesarte el corazón con una estaca de madera, porque no voy a permitir que te burles de nuevo de ella.

-¿Acaso me estás amenazando?- preguntó dando un paso hacía adelante.

-Oh, no, yo jamás amenazaría a príncipe de la corte imperial vampírica- dije con ironía- Estoy amenazando a Derek Cranwel el maldito vampiro hijo de puta que se burlo de mí hermana, le rompió el corazón, que la lleno de inseguridades y la hizo dudar de sí misma. Gracias cobarde, porque a mí hermano le costo un huevo verla completa, Aaron muchas veces lloró en mí hombro maldiciendo tú nombre de impotencia al no poder sanar el corazón roto de nuestra hermana- reclamé- Es un hombre lobo y confió en ti, te dio libre permiso para que estuvieras con ella y entraras a nuestra casa cuando quisieras, eres un bastardo- escupí con ira.

-Tú no sabes nada- contestó.

-Tampoco me interesa saberlo- Me di la vuelta para marcharme, ya había hecho lo que quería hacer.

-La quise- confeso, me detuve un momento y giré para verle de nuevo.

-¡No, no digas eso!- exclamé, sentí la rabia acumularse en mis mejillas- no la quisiste, a ti te cautivo el reflejo físico de Renata en mí hermana- abrió sus ojos como platos por mis palabras, camine hasta él y le di una bofetada fuerte- He investigado ya sé toda la verdad, mí hermana no es Renata entiendelo de una vez por todas.









Hoooooooola mis hermosos lectores ¿cómo han estado?.

Primer capítulo del año, ¿cómo inició su año? ¿va bien?.

Yo les mando mil bendiciones éste inicio de una etapa nueva, no puedo más que agradecerles por todo su apoyo, está de más decir que aquí siempre tendrán una amiga que los escuchará así no nos conozcamos, pero nos une una cosa, el amo por lo libros y el arte.

Unos besos gigantes, nos leemos pronto.













Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora