-No, Amalie- hablo Derek- Entiendelo, Macristen se vínculo con Anais, si no nos aseguras que ella saldrá ilesa no lo permitiremos.
-Príncipe Derek, entiende, estamos enfrentándonos a un ente jamás visto, han pasado años y a penas nos dimos cuenta que ella era la bruja, ¿sabes cuánto tiempo paso fortaleciéndose?- Contesto ella.
-Te entendemos Amalie- agrego Patrick- Sin embargo, entiendenos a nosotros también, Anais es nuestra prioridad, en está historia los malos resultaron bueno y lo buenos malos.
-Sacrificar a Anais no es una opción que te quede claro, guardiana.
Nos encontrábamos en la biblioteca de la mansión, sólo estábamos Derek, Patrick, Amalie y yo, la informamos a ella lo que había ocurrido en el instituto, le dijimos la verdad, le hicimos ver que todos estos años habiamos estado detrás de un señuelo, que habíamos cometido un muy grande error y que ahora personas inocentes habían pagado por un pecado que no habían cometido. El plan de Amalie, era perfecto, el único problema era que corría el riesgo de no salir ilesa y con la mínima muestra de peligro que mostrará la misión, no la aceptarían, en este punto de la historia yo ya estaba harta de que todos tomarán decisiones por mí, de que todos me ocultaran cosas, de que todos tratarán de protegerme como si yo fuera una niña de porcelana la cual se romperá con el mínimo roce. Ella había acabado con mi vida, había acabado con la vida de mi madre y ahora amenazaba la poca familia que me quedaba, yo no estaba dispuesta a perderlos y tuve que casi perder a mi hermana para darme cuenta de todos los oscuros secretos que guardaba mi familia, aún después de tantos años y cuando creía que yo lo había visto todo esto había sido la cereza del pastel. El lugar consistía en una habitación, con un pequeño escritorio de madera tallado a mano y una silla al frente, una biblioteca de lado izquierdo de la pared, desde el techo hasta el suelo con muchos libros de diferentes épocas, años, siglos y escritores, una puerta dividida en dos Qué lleva pequeña antesala donde allí estaba esperando el resto de las personas.
El plan de Amalie era simple, (al menos para mí) podría funcionar perfectamente bien. Sin embargo, Derek no estaba de acuerdo con él, esté consistía en formar una emboscada, someter a la bruja para que ésta se entregará, claro está, que habían muchos factores en contra, no sabíamos con quiénes trabajaban, dónde se encontraba, a quiénes de la hermandad había logrado sonsacar, no teníamos casi nada la verdad pero tampoco nos arriesgaríamos a perderla de nuevo después de tantos años, todo encajó como una pieza de puzzle, todas las misiones en las que yo había estado, ella también está involucrada, cuando yo me acercaba a la verdad ella la cubría. Mientras todos estaban concentrados en Betzzaveth, ella movía sus fichas en total silencio, nadie se entero nunca que dentro de nuestra apariencia pura algo se podría. La puerta de la biblioteca se abrió, mi hermano asomó su cabeza y luego entro, seguido de él venía mí hermana Elif, en ese instante la felicidad que sentí fue tanto que corrí hacía ella para abrazarla, aún estaba paliducha y tenía grandes ojeras,pero de resto todo en ella estaba bien, al menos a simple vista. La sonrisa de me borro al ver como Betzzaveth entraba a la habitación donde estaba Amalie, abrí mi boca con sorpresa. Elif, traía puesto el vestido blanco que tenía en el "Velorio" y estaba descalza, su melena castaña estaba alboratada y caía un poco más abajo de sus pechos, sus ojos ámbar casi del color de los míos no tenían ese brillo tan típico en nuestros ojos, estaban apagado, tal vez por el cansancio.
-¿Haz estado encubriendo a Betzzaveth?- preguntó Amalie- Anais ella es la persona más buscada del cónclave y el mundo de las sombras.
-Lo sabemos pero ella es inocente- Habló mí hermana, por un instante había olvidado como se escuchaba su voz- Todo éste tiempo y las vidas pérdidas ha sido Macristen.
-Admito que... Al principio estaba con ella, es mí hermana creí que hacia lo correcto, pero cuando me entere que había matado a la familia Braus decidí dar un paso hacia atrás, puedo ser lo que sea pero no sería nunca tan malagradecida como para asesinar a quien me dio de comer- Dijo Betzzaveth.
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Sueños #2
Vampiro-Vamos- dice él con la respiración cortada- de muestrame que mereces el lugar que tienes, que mereces llevar el apellido una Braus. -No necesitó demostrarte nada- conteste con la quijada apretada. -Tienes razón, pero claro, ¿qué se puede esperar? sí...