Capítulo 20 Tú, No

396 45 49
                                    

Fruncí el ceño al despertar en mí habitación y en la casa en laque viví con mí madre, hace años no iba a ese lugar, creó que desde la muerte de mí madre. Me levante de la cama y en ese justo momento se abrió la puerta, por un momento me sobresalté al verme a mí misma, pero está otra yo Tenía su cabello mojado y un toalla envuelta en el torso, no se percataba de mí presencia. Era un fantasma.

-Te preguntarás dónde estamos- dijo una voz detrás de mí, dí media vuelta y allí estaba de nuevo esa extraña mujer, en la esquina de la habitación.

-¿Cómo lo adivinaste?- pregunté con ironía, ella rio.

-Estamos un sueño recordando el pasado ¿recuerdas esté día?- pregunté y la ignoré, cómo olvidar ese día, sí fue el peor, en el sueño salí de la habitación hacía la cocina dónde estaba mí madre, me seguí a mí misma atravesando las paredes, efectivamente allí estaba ella bailando graciosamente- Me haz pedido respuestas desde que empecé a visitarte, ¿qué mejor qué empezar dónde todo comenzó?- prosiguió la mujer. Recuerdo que ese día había salido al colegio, James me esperaba en su auto- ¿Te arrepientes de haber salido ese día?.

-Más de lo que te imaginas- respondí- ¿porqué me ayudas?- le pregunté- la última vez me dijiste que esto era un riesgo para tí- no respondió.

Aún seguía viendo a mí madre la cual aún estaba cocinando, escuche como la puerta principal se abría, pero no era yo, porque no recordaba haberme devuelto por algo. Entonces, cuando quise hacer preguntas, todo empezó a verse borroso, un vértigo invadió mí estómago. Desperté dando un grito ahogado, tapándome la boca para no despertar a mis hermanas que dormían plácidamente, no había nada más que oscuridad, debía hablar con mí tía sobre estos sueños. No estaba segura, pero alguien se estaba metiendo en mí cabeza. El amanecer empezaba a colarse por los ventanales y ya se veía un poco de claridad, me levante de la cama y apague el despertador para que no despertara.

...

-Deberías hablar con tú tía respecto a esos sueños, hermana- dijo Elif mientras se acomodaba la corbata del uniforme.

-No te preocupes, encontraré la solución- conteste para no preocuparla.

-Están izando la bandera- agrego Tess mirando por la ventana.

-Es normal, vienen miembros del Cónclave- contesto Elif.

-Pero es la bandera real.

-Lo me faltaba tener miembros de la corte imperial vampírica- comente poniendo los ojos en blanco.

Ya había pasado uno semana desde que me había enfrentando al cónclave y se suponía que hoy vendrían los miembros del cónclave, la supervisora, el reemplazo del profesor Starck y mí tutor. Teníamos los uniformes puesto ya que era una ocasión especial y debíamos ir a formación, mis hermanas y yo salimos de la habitación y empezamos a caminar hacía afuera, bajamos los escalones y pasamos por algunos dormitorios, saliendo de uno de ellos Evans que traía su uniforme y para ser sincera se veía muy sexy con él puesto. Al llegar al patio interno efectivamente la bandera real estaba izada.

Yo por lo menos no entendía el porqué, aunque eso también debía ser por el nuevo tratado del cónclave y la corte imperial vampírica. También me sonaba muy descabellada la idea de traer a un vampiro a una academia de personas con sangre de ángel, que, además es la sangre más fuerte que puedo existir, solté un suspiro mientras me formaba con mí grupo. En un mes eran las olimpiadas de la academia, esté evento se hacía por periodos de tres meses para definir quien subía de rango, mí tía salió del Castillo y se dirigió a la pequeña tarima.

-Buenos días, centinelas- habló mí tía en el micrófono- Hoy me complace anunciar la llegada del remplazo del profesor Starck, una supervisora del cónclave, la familia real de la corte imperial vampírica, que por cuestiones de retraso no pueden asistir a está Bienvenida y algunos miembros y guardianes del cónclave, ellos se quedarán aquí por un tiempo, por ende quiero una excelente comportamiento de su parte- los conformantes caminaron hasta el frente dos de ellos no los conocía, otro era Vladimir y por último Amalie la cual estaba acompañada de un chica aproximadamente de la edad de Tessandra, sabía en mis adentros que su presencia para mí era problemas, sólo esperaba que ella no fuera mí tutora, me dispuse a retirarme.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora