Capítulo 4 Lobos

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-¿Entonces no fueron vampiros?- pregunte a mí tía, quien se encontraba sentada frente a mí.

-No Anais, lo dudo, el cuerpo tenía demasiada sangre- contesto.

Los forenses del equipo de investigación habían hecho el levantamiento del cuerpo, al principio pensamos que habían sido vampiros, pero ellos son cazadores por naturaleza. No sólo vendrían a matarlo lo hubieran dejado sin una gota de sangre en el sistema, éste no fue el caso, había demasiada sangre en la escena del crimen como para deducir que fueran vampiros. Además ellos atacaban puntos débiles del ser humano, donde haya más sangre, por ejemplo; el cuello, las muñecas, el muslo, así se les facilita absorberla.

Sin embargo temíamos algo peor, el animal que ataco al profesor Starck suponíamos nosotros que debía ser fuerte, tanto como para abrir el esternón humano, como para rasgar la ropa, incluso, dejar marcas tan profundas en los brazos. El único que se nos ocurría era el hombre lobo, pero éste jamás se iría encontrar de los cazadores de demonios ó del ser humano, está criatura fue creada para proteger estos dos mandos y lo que de verdad temíamos era que; la bruja estuviera usando la magia del βιβλία των νεκρών para ponerlos a ellos encontrar de nosotros y sí era así, las brujas nos estaban declarando la guerra.

-Tengo una idea, llamaré a Aaron- crucé la oficina de mí tía y abrí la puerta.

Salí al corredor y afuera habían algunos alumnos aún consternados por los hechos de está mañana, camine subiendo las escaleras de mármol, me dirigía al último piso de la academia. Allí era donde quedaban los apartamentos, ayer al llegar Tessandra al castillo pedí a mí tía que la ubicada en nuestro apartamento, era una pequeña ventaja las únicas que teníamos apartamento aparte de todos, era pequeño pero con suficiente espacio. Una habitación para tres personas, una pequeña cocina, un baño y la sala de estar.

En aquel piso había un pasillo poco iluminado y al final estaba el apartamento. Está eran las citaciones en las que deseaba llevar mí celular conmigo así no tendrían que caminar tanto, pero... No lo hacia porque resultaba ser muy distractorio, además de que podría ser peligroso para que cayera y se dañara pasando alguno de los circuitos, metí la llave en el cerrojo y la gire haciendo que la puerta se abriera. Lo primero que vi fue la pequeña cocina, al seguir de largo a la derecha la habitación y al lado izquierdo el baño, al frente de la pequeña sala una puerta que guiaba a una terraza.

-Anais- me llama mí hermana me dirigí a la habitación donde se encontraban Elif y Tess.

-Hola- conteste, me acerque a Tess que se encontraba sentada en su cama al lado izquierdo de la habitación- ¿Cómo estás?- le pregunte.

-Fue... Fue una escena muy dura- contestó en voz baja.

-Le estaba diciendo que debe acostumbrarse porque verá cosas mucho peores- agrego Elif quien se encontraba en el marco de la puerta.

-Elif tiene razón- conteste, me dirigí a mí nochero donde siempre guardaba mí celular, lo tome y me dirigí a la terraza.

Desde afuera se podía visualizar la gran mayoría de la academia, incluido el sitió donde habían encontrado el cuerpo, era raro ya que nos estábamos enfrentado a un nuevo peligro provocado por Betzzaveth, en estos años he podido seguirle el paso. He estado apunto de atraparla pero siempre lograba escabullirse, desaparecía uno ó dos meses y luego volvía, había estado en sitios de sacrificios humanos provocados por ella y sin contar que nos habíamos visto cara a cara en más de una ocasión. Pero siempre lograba desaparecer, marque el número de Aaron que timbro un par de veces.

-Ana hola- contesto con voz agitada, después de marcarle unas tres veces lo cual fue muy extraño.

-Aaron ¿estás bien?¿interrumpo algo?- pregunte.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora