Capítulo 36 Anais vs Cristofer

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Alzo su espada para dar su primer ataque, pero hice que mi látigo se deslizará por mi antebrazo y lo lance para que la bajará, forcejeamos un momento él tomó mi arma sin importar que sus runas lo quemarán y jalo de el ejerciendo toda su fuerza alzandome por lo aires y callendo de lleno contra el suelo. Sofia estaba escondida en un arbusto y negué con la cabeza para que aún no saliera, me levante del suelo observando como me miraba con superioridad, me ataco de nuevo con toda su fuerza con la espada pero lo frene chocandola con la mía, acerco con acero sonó, me concentre tanto en que no me atacara con el arma que baje la guardia, él aprovechó y me dio un un golpe en el estómago, haciendo que horcara mi espalda tuve que luchar para recuperar la respiración, me dio no una bofetada, sino un puñetazo en el rostro haciendo que cayera de nuevo al suelo, sólo sentía el ardor y dolor en mí rostro y como el líquido carmesí salía de mí nariz rota. Estaba en el suelo, casi sin poder levantarme, se acerco a mí propinandome una patada de nuevo en el estómago, gemí ante el dolor. Lo miré desde abajo el como sonreía con burla.

-¿Y a ti es a quién mandaron a salvar el mundo?- preguntó con ironía.

Con mi pie hice que cayera al suelo, me levante de inmediato y me senté encima de él poniendo sus brazos por debajo de mis rodillas, le di un puñetazo en el rostro, después otro y otro, vi como sangre salía de su boca y nariz pero no me quería detener. Logró soltar una de sus manos, me tomó del cuello y se puso encima de mí ahorcándome con sus manos, el aire empezó a faltarme, tomé el látigo lo enrede en su cuello haciendo que quemará su garganta me soltó a mí y aproveche para ponerme de pie, se quito mi arma y la tiro al suelo, me miraba irradiando irá pura. El cuerpo me dolía y la nariz no dejaba de sangrarme limpié el líquido que salía con las palmas de las manos, ninguno de los dos nos de tendríamos, su aura oscura empezó a asfixiarme, su carga de energía me hacia debilitar, volvió atacar está vez con una patada lateral, con un movimiento rápido la esquivé, me agache pero el me sorprendió haciéndome caer de nuevo con una patada en la rodilla, sentí como el hueso se rompía, solté un grito seguido de un gemido. Sofia quiso intervenir pero volví a negar, me levante sin importar el dolor que ahora no sólo invadía mí rostro sino también mi cuerpo, al apoyar mi pie contra el suelo flaqueó un poco, el dolor era insoportable así que unas lágrimas salieron de mis ojos, él estaba en perfecto estado, a excepción del la sangre que esparcía su labio inferior. El viento empezó a soplar con más potencia, con furia arrasaba con la tranquilidad del lugar, el demonio lo estaba causando y lo disfrutaba mucho, podía notarlo.

-No me detendré, no me importa si al intentarlo perderé la vida- hable con miz voz casi rota, temía que en cualquier momento pudiera perder el conocimiento.

Su sonrisa no se borraba sin importar lo que hiciera, me dio un puñetazo en el rostro, luego un rodillazo en el estómago, tomé su brazo lo doble y lo puse en su espalda pero él uso mi propio peso, me paso por encima de su espalda y me hizo caer al suelo, me tomó de la garganta poniéndome de pie y ejerciendo toda su fuerza y aura oscura me lanzó por lo aires haciéndome caer contra el tronco de un árbol, luego, caí al suelo dándome un golpe con una piedra en la sien, solté un chillido de dolor. Escupí sangre, me había roto el labio, la pierna me dolía, la nariz no dejaba se sangrar, me sentía tan frustrada al no poder hacerle nada, tenía miedo de no poder detenerlo y que al final terminara con todo y con todos. Me puso de pie tomándome de los brazos, empece a sentir como sus manos quemaban mis hombros, un fuerte alarido salió de mi garganta, seguido se algunas lágrimas, me sentía muy débil la fuerza la perdía a cada momento que su piel hacia contacto con la mía, estaba haciendo lo que haría cualquier demonio Dementor, quitarte la energía y fuerza, él estaba jugando sucio así que yo también lo haría. Empecé a respirar con más dificultad, me asfixiaba, me quemaba sentía que literalmente mis pulmones se aplastaban, más gritos, más lágrimas, más dolor sólo deseaba que esto terminará.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora