Capítulo 39 Persecución

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Derek desenterró la flecha de su hombro, tomó a Karina en sus brazos y corrió con ella usando su velocidad vampírica hacia el estacionamiento subterráneo, todo estaba hecho un desastre, mi respiración estaba acelerada, los vidrio esparcidos por doquier algunas inmortales muertos por la luz solar, algunos mundanos se acercaban al lugar de los hechos a husmear que había sucedido. Escuche un gemido, camine detrás de la mesa y allí estaba boca abajo el cuerpo inerte de Baltazar, la flecha aún estaba encajada en sus omóplatos y lo había atravesado, no tenía pulso, su corazón no funcionaba, de su sien salía sangre, tal vez se había golpeado la cabeza al caer, unas lágrimas salieron de mis ojos al ver que el pago por ayudarme había sido su vida. Mi cuerpo dolía y mí cabeza daba miles de vuelta, me puse en cuclillas desterré el arma de la espalda del mago y con dificultad gire su cuerpo para poder ver su rostro, sus ojos estaban abiertos y aparte de la cabeza de su boca también salía ese líquido carmesí que empezaba a coagularse. Más lágrimas salieron de mis ojos, sin evitar sentirme culparme por lo sucedido, cada vez que me acercaba a ella, algo sucedía, cualquier persona que intentaba ayudarme a descubrir la verdad moría, no era la primera vez que sucedía.

-Στο όνομα του πατέρα, του γιου και του ιερού πνεύματος, αμήν- dije cerrando sus ojos con mis manos.

Me levante del suelo, tome mí látigo y salí del lugar por la puerta, algunas personas que ya estaba mirando lo sucedido me vieron salir con extrañes pero no me importó, al frente del lugar había un pequeño parque en el cual allí estaba Betzzaveth mirando todo de lejos, era la primera vez en meses que la veía tan cerca dio la vuelta y empezó a caminar rápido. Estaba un poco lejos de ella así que empecé a correr para poder alcanzarla, algunas personas se quedaron mirándome mientras corría tipo maratón, se adentro a una pequeña plaza colmada de personas, esquive algunas mientras trataba de no perderla de vista, iba caminando realmente lento, pero por tantas personas acumuladas no lograba alcanzarla. Choque con un hombre el cual me insulto pero no me importó simplemente seguí tratando de seguirla, afuera de la multitud de personas ella ya no estaba, se había ido me quede mirando hacia todos los lados frenéticamente con mí respiración acelerada, cómo era posible que se esfumara en el aire, sentía que la rodilla me dolía grandemente.

-Ana- tomaron mi hombro llamando mí hombre y de inmediato me sobresalte soltando un grito de miedo por la sorpresa, era Derek- ¿Oye estás bien?- algunas lágrimas se acumularon en mis ojos, no entendía porque me había dado miedo su tacto.

-So... Sólo me tomaste desprevenida- el fruncio el ceño- ¿Dónde está Karina?- pregunté.

-En el auto, vamos- el vehículo estaba estacionado sólo a unos metros de distancia, camine acompañada de Derek hasta el y me adentre en el asintiendo del copiloto, Karina penas se regeneraba de sus heridas, un poco más y hubiera muerto.

-¿Cómo te sientes?-  le pregunté al estar adentro.

-Me ardió como el infierno, pero estoy bien, mira, ya me regenere- contesto ella- ¿Qué hacemos?- preguntó.

-Buena pregunta, por ahora mantenerte a salvo.

-¿Dónde piensas llevarla?- preguntó Derek, tire el cabello de mi rostro hacia atrás.

-No lo sé, al instituto no puedo llevarla, pensaba que decirle a Marco que se quede con ella.

-Muy mala idea Anais, es un vampiro- contesto él- Benjamín y Margared se están quedando en una de mis mansiones en la costa, son más o menos dos horas de camino puedo pedirles que se queden con ella mientras vuelve Daxon.

-No me quedaré con unos desconocidos- Agregó Karina.

-No son desconocidos son mis padres adoptivos- contesto él poniendo en marcha el auto.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora