-Sigo esperando que me des una explicación coherente y razonal del por qué no dejaste que esa flecha le atravesase el corazón esa vampira- habló mi tía mirándome con recelo tras su escritorio de madera en su oficina.
Hacia media hora habíamos llegado de la misión. Lo primero que hicimos al llegar al castillo fue brindarle auxilió Amelia venía demasiado débil y casi inconsciente, pudimos notar que le estaban sacando poco a poco su sangre, en este momento se encontraba en la enfermería con médicos custodiando a la espera que reaccionar en cualquier momento. Cuando Macristen pidió el informe parcial de lo que habíamos hecho, Evans de inmediato agregó el incidente que había ocurrido y que después de ello no quise hablar con él. Por el simple hecho de estar guiándose por lo que habían visto sus ojos, nose detuvo un segundo preguntarme el porqué.
Me ofendía mucho, el hecho de que siempre estuviera hablando del cómo ser un equipo, de que debemos confiar los unos con los otros, de que teníamos que conformar juntos una familia. En eso se basaba su lema, pero él no entendía nada, no sabía nada, no se molestaba en entenderlo y eso a mí me molestaba, me encontraba sentada frente de mis dos acompañantes ambos mirándome como si quisiera saltar a mi yugular. Tome una gran bocanada de aire y me senté frente a mí tía, no quería hablar delante de Evans pero el ceño fruncido y el recelo de Macristen me estaba obligando a lo contrario.
-¿Recuerdas a Karina?- pregunté. Ella me miro tratando de recordar, abrió sus ojos cuando logró identificar el nombre.
-Pues, sí hablamos de la chica que murió hace dos años atrás pues sí, si la recuerdo- hablo finalmente.
-No sé cómo o cuándo, pero esa chica era ella y era un vampiro- expliqué- era Karina tía.
-Anais, eso es imposible, ella murió estuve en su entierro- contesto atónita.
-¿Me pueden explicar quién es esa tal Karina?- interrumpió Evans el cuál ignoré.
-La transición normal de humano a vampiro es de tres días, considerando la muerte y la sangre venenosa que tenga en su organismo- dije incorporándome del asiento- pero dudo mucho que ella haya tenido sangre de vampiro en su sistema- expliqué.
-¡Dejen de ignorarme, joder!- exclamó el varón.
-Karina era la mejor amiga de Anais, hace unos años murió, eso creíamos- explicó brevemente mi tía- ¿pero porqué estaba en ese lugar?- inquirió.
Hasta ese momento me había dado cuenta lo mucho que volver a ver a esa chica me había afectado, es decir, era mí mejor amiga. Con ella había compartido risas, llantos y desiluciones mi madre la considero su hija por mucho tiempo, mi casa era su casa, y no digo que ahora no sea así. La seguía considerando mí amiga, por esa razón no descansaría hasta encontrarla, ayudarla, hacerle saber que no estaba sola, no quería siquiera que llegar a imaginar como se había convertido en vampiro. Aspiré hondo y me volví a sentar en el sillón.
-Si se supone que murió ¿cómo demonios apareció en ese lugar?- pregunto Evans.
-No lo sé, eso es lo que pienso averiguar.
Dicho esto; me levante del asiento y salí de la oficina de mí tía, no sabía con exactitud qué hora eran, pero mis hermanas debían estarme esperando y probablemente Elif debía estar furiosa. Subí las escaleras que guiaban al segundo piso camine a paso lento y cansado, en serio que estaba agotado y temía colapsar en cualquier momento. Las pesadillas que casi nunca me dejan dormir y el cansancio físico no ayudaba mucho, por los grandes ventanales del castillo se escuchaban el sonido filtrado de las gotas de agua caer.
probablemente con todo los acontecimientos en los últimos días, la muerte del profesor y el secuestro del propio instituto de Amelía el cónclave mandaría a investigar la academia y estaríamos bajo vigilancia. El cónclave solía ser muy quisquilloso, en muchos aspectos, uno de ellos en el bienestar de los próximos cazadores, cuando los centinelas estaban en su últimos nivel, que era el quince se hacía la ceremonia oficial que consistía en graduar oficialmente a los reclutas y convertirlos en cazadores del cónclave, obtenías tu runa angelical que era la última runa de todos y si mostrabas valor y disciplina podías volverte un guardián oficial.
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Sueños #2
Vampire-Vamos- dice él con la respiración cortada- de muestrame que mereces el lugar que tienes, que mereces llevar el apellido una Braus. -No necesitó demostrarte nada- conteste con la quijada apretada. -Tienes razón, pero claro, ¿qué se puede esperar? sí...