Capítulo 17 Culpables

369 41 8
                                    

Se acerco a mí proporcionándome un golpe secó en el estómago, por un momento me desconecte noté que había sacado su arma automática y cuando quizo atacarme lo frene con el látigo, por un momento se mantuvo quieto mirándome a los ojos pero no baje la guardia, puse mí pie en médio de los de él y los separe para que cayera. Me posicione detras de él apretando su cuello con mí arma, aunque no lo suficiente para afixiarlo, su cabeza quedó levanta, tomó fuertemente con sus dos manos el látigo he hizo que yo pasará por encima de él y cayera al suelo. Aturdida por el golpe por unos breves segundos no pude moverme, rode por el suelo cuando trato de atravesarme con su espada.

-Lo siento, Evans pero disfrutaré esto.

Me puse de pie de nuevo, ambos teníamos la respiración acelerada y mí corazón quería salir de mí pecho, hice que el látigo dejará su forma sólida y lance un latigazo hacía él dándole en el brazo, él hizo un gesto de dolor y me volvió a fulminar con la mirada. Tessandra lo ataco por su espalda y dobló sus rodillas para que cayera, aproveche ese instante para para envolver el arma en su cuello y atraerlo hacia a mí, me puse en horcadas encima de él, puse sus brazos debajo de mis rodillas y la empecé a abofetearlo. Perdió el conocimiento de un momento a otro y deje de golpearlo.

-Quedate con él, cuando despierte cersiorate se que no éste hpnotizado- ella asintió.

Salí del salón, buscando a mí hermana, esto se estaba saliendo de control y no sabía para donde se había ido la Ouróboros, tampoco si podría manejar la situación. Estaba un poco aturdida por la música, la pelea y los golpes que había recibido, salí de dentro de las cortinas y afuera en el supuestamente VIP no había nadie, la música se escuchaba más fuerte y ensordecedora. Uno de los demonios que custodiaban a la mujer tenía a Elif sujeta contra en barandal y con me dio cuerpo afuera envolví el látigo en mi mano derecha y me acerque el silencio samente mí hermana forcejeaba con él.

Envolví su cuello con mi arma y lo traje hacía mí, Elif aprovecho ese instante para darle una patada en el estómago y yo otra en su espalda, tirandolo por el vacío así el primer piso, su cuerpo cayó inerte. En ese instante me di cuenta lo que pasaba, las personas se percataron de lo que ocurría y al ver el cuerpo muerto por el impacto, empezaron a correr a y gritar. La desesperación y el miedo se había apoderado de ellos, mí hermana no había alcanzado a grabar las runas de invisibilidad porque la habían atacado, estaríamos en un gran problema después de esto, algunos de los presentes miraron Hacia dónde estábamos nosotras con terror y pánico en sus ojos.

-Anais los siento mucho, fue si culpa- se disculpo mí hermana, para ese momento habían apagado la música.

-No tienes que disculparte, Después miramos como arreglamos este desorden- traté de animarla, sabía que no había sido del todo su culpa. Noté como la mujer caminaba hacía la salida muy tranquilamente después de esto no iba a dejar que escapará tan fácil- Elif cuida a Tessandra voy por ella.

Mí hermana trato de detenerme pero no lo logro, corrí por dentro de toda la multitud que aún había en el bar, debía llegar a la salida para poder atraparla. Algunas personas aún estaban alteradas y otras agrupadas alrededor del cuerpo que minutos antes yo había tirado del segundo piso, al salir el frío azotó fuertemente mi cuerpo, pero no me importó debía rápidamente atrápala  para poder justificar el porqué los mundanos se dieron cuenta de todo lo que había pasado. Podía escuchar los pasos de Sus tacones finos resonar contra el pavimento, Así que los seguí parecía una sombra con su vestido negro y al girar por un callejón sin salida no encontré nada maldije por lo bajo, por haberla pérdido. Pero cuando me di la vuelta recibí un impacto en la mejilla que me hizo desplomarme al suelo.

Desde el suelo podía ver La sonrisa macabra que tenía la uróboros en su rostro, me miraba con superioridad, cosa que hizo que mi ira creciera más, me puse de pie rápidamente dando un salto hacia atrás poniéndome en posición de combate. Empezó a dar unos pasos hacia mí yo retrocedí el látigo que lo había envuelto empezó a bajar por mi brazo, fui la primera en atacar dando un latigazo hacia ella pero le esquivo fácilmente, volví a dar otro pero en ese momento lo piso con su zapato, traté de salfarlo pero no pude. Entonces ella lanzó de nuevo de sus manos dos espinas que se dirigieron hacia mí, esquive la primera pero la otra es alojo en mi hombro, pude sentir Cómo lastimaba mi clavícula y dañaba el músculo.

Sueños #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora