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Al ser un sábado por la mañana Jungkook y Jimin aún se encontraban acostados en la cama hablando de cosas triviales y molestándose como era normal entre ellos.

Y bien, Jungkookie, dime como fue que terminaste así– apreta el agarre en la fina cintura que el menor poseía y bien escondía con grandes camisetas y que sólo a él le permitía acariciar u observar.

– Pensé que me buscarías por el colegio– admite.

– Iba a ir, pero Yuggie me había pedido ayuda en una tarea y creí que terminaría primero pero no llegué a tiempo.

– De acuerdo.

– Yo ya respondí, ahora dime tú.

– Estaba regresando del colegio y me desmayé, después desperté en la ambulancia y YoonGi estaba llorando a mi lado. Es lo que sé– Miente. No le gustaba mentir, pero tampoco se sentía fuerte para poder hablar sobre lo que realmente pasó, es como que si toda esa casi nula fuerza que sentía se hubiese esfumado de su cuerpo y mente. Estaba mal, pero no iba a hacerse daño, se lo prometió.

– De acuerdo, confío en ti– el menor cierra los ojos fuertes evitando mirarlo a Jimin.

– Claro.

– Jungkookie cuando sanes te llevaré a tomar un helado– acaricia tiernamente su nariz y pómulos con cariño.

– Genial, gracias Jiminnie.

– Te quiero, hermoso.

– Lo sé, me lo dijiste hace diez minutos atrás– ríe y le agradece a Jimin por poder sacarle una sonrisa. Jimin es esa persona en la vida de Jungkook que puede hacerle cambiar de humor en menos de un segundo con solo una palabra o su presencia.

Jungkook se encuentra confundido; él observa las relaciones de amistad entre otras personas y la suya es muy distinta, en la forma como se hablan, quieren, tocan, todo, ¿Es una relación de amistad sana? También está preocupado, tiene miedo de comenzar a sentir algo hacia el rubio y con solo un mínimo error arruinar completamente su amistad.

– Eres un especialista en arruinar momentos, Jungkookie.

– Gracias.

Depression >Jikook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora