Depression >Jikook<

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Después de esa cita ambos chicos han compartido tres citas más, donde a la segunda fueron -por decisión de Jungkook- a un restaurante que a Jimin le gustaba. En la tercera Jimin llevó al menor a un museo de artes de artistas nombrados, y luego tomaron un fresco helado en un parque. A la última cita que fueron la dejaron en manos de Jin y YoonGi, estos hicieron un bonito "cine" en el patio de su casa, donde entre dos árboles sostenían una pantalla para transmitir película con un cañón; almohadones, sillones y frazadas había en el suelo bajo las ramas de los grandes árboles, luces que se enredaban entre las ramas iluminaban aquella pequeña zona. Los mayores agradecieron que la noche estuvo realmente con un clima agradable.

Ya era lunes y debían entrar a clases, los exámenes habían acabado y aprobaron todos gracias a las tardes de estudio que ambos compartían.

Cuando llegaron a la entrada Jimin se despidió de Jungkook y fue directo a su primera clase mientras que Jungkook se reunía con YoonGi.
Iban entrando por los pasillos de la institución en camino al baño y el menor pudo sentir varias miradas de diversas personas.

¿Estaba despeinado? ¿El delineador corrido?

- YoonGi Hyung- susurró acercándose al rubio- todos nos miran ¿Tengo algo?

YoonGi lo mira de reojo y niega de la misma forma.
El menor confundido vuelve a parase derecho y continúa su camino.

El resto de las clases transcurrieron dentro de todo normal, salvo las miradas de alunos que Jungkook decidió ignorar.

Deja su libro de clases de física y mira en su horario la clase que seguía la cual era gimnasia. Cierra su casillero y se encamina al gimnasio.

Termina su clase y sudado, cansado y sediento va a los cambiadores.

Bufa al notar que sus compañeros de clase ocuparon todos los cubículos y se sienta a beber agua de su botella en un asiento que había ahí. Cuando un cubículo se desocupó entró y se duchó.

Al terminar nota que no había nadie y queriendo salir lo más pronto de ahí camina a su casillero de los vestidores de chicos guardando sus zapatillas cambiándolas por las de todo uso.

- Jeon JungKook ¿No?- una voz finita lo llama desde atrás y pega un salto porque pensaba que se encontraba solo.

– Ah sí– su voz tiembla y una sonrisa nerviosa aparece en sus labios. Al voltear se encuentran con la misma chica que una vez estaba abrazando a Jimin– EunMi ¿Verdad?

La chica asiente y una radiante sonrisa aparece en sus labios. Jungkook sintió sus músculos destensarse ya que la presencia de aquella chica no le pareció mala, al contrario, lucía ser alguien amable.

– Tengo una pregunta– sus ojos brillan y Jungkook asiente contagiándose de la tierna sonrisa– ¿Son verdad los rumores?

Jungkook borra su sonrisa inclinando su cabeza notablemente confundido.

– ¿Disculpa?

– Los rumores de que Jimin y tú están saliendo– dice aún con esa sonrisa sobre sus labios mientras revoleaba los ojos y extendía su sonrisa.

Ahí fue cuando él se dio cuenta de que aquella angelical sonrisa no era más que una hipócrita y falsa.

– Yo...– Vamos Jungkook no es momento para ponerse nervioso.

¿Estaba mal si decía la verdad? ¿Jimin se enojaría con él?

– Vamos, dime la verdad.

– Sí. Nosotros estamos saliendo– no sabe de dónde sacó el coraje para contestar pero se felicitó mentalmente al notar que su voz salió segura, firme y tranquila tal como quería.

Estúpida sonrisa– pensó notando aún esa sonrisa en los rojizos labios de la chica– ¿Acaso no le duelen las mejillas?

Pasaban ya unos largos segundos donde la chica aún no reaccionaba y Jungkook comenzaba a sentirse aburrido e incómodo ya que la sonrisa de ésta no se había borrado. Se sorprendió cuando notó la primera reacción de vida por parte de la chica y presta atención.

Ésta había borrado su sonrisa a una mirada seria que hizo que a él se le erizaran los vellos del cuerpo.

– No puede ser verdad– ¡Rayos! Hasta su voz cambió– toca esto– Jungkook casi grita al sentir como ésta toma sus manos abruptamente– siéntelas bien– las empujaba sobre sus pechos y el azabache comenzaba a sentir su visión cristalizarse por ser obligado a tocar esa parte del cuerpo ajeno y por la fuerza que la chica ejercía sobre sus muñecas. Le hizo recordar a su niñez y su padre– porque esto es lo que a Jimin le gusta– un apretón más tanto para sus muñecas como para pechos ajenos y la chica se marchó dejándolo solo con lágrimas cayendo de sus ojos, un ardor en sus muñecas y manos picado por la nueva sensación.

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Estaba terminando el capítulo cuando mi celular se bloquea y se pierde lo que había escrito. Tuve que hacer todo de nuevo 😥