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– Bebés– llama a sus tres hijos cuando los encontró sentados  en el suelo jugando cartas– recuerden que vienen Jonggie a cenar– avisó y el menor de los chicos sonrió en grande emocionado mientras los dos adolescentes solo murmuraban un "de acuerdo" concentrados en la partida.

Pasaron lo que quedaba de la tarde jugando entre Jimin y Jungkook porque Yugyeom se había aburrido de perder por lo que con un puchero en labios se largó a su habitación a ver televisión.

– Jungkookie, ríndete.

El azabache soltó una carcajada y negó con la cabeza.

– Mejor hazlo tú– caturreó cuando colocó las últimas cartas que le quedaban y así ganando la partida– ahora estamos empatados– le sonrió orgulloso mientras levantaba una ceja.

Estaban por empezar una partida más, la que determinaba el ganador de esas cinco horas seguidas jugando cartas, pero su madre entró al salón y los obligó a irse a cambiar de ropa ya que su pareja llegaría en cuestión de minutos.
Ambos se levantaron del suelo a quejidos e hicieron caso.

Estaban ya acabando de vestirse cuando el timbre suena retumbando en el silencio que se había formado entre ellos.

[...]

– Los noto un poco más distantes a ustedes– dijo JongSuk con una leve sonrisa pensando que se habían peleado entre ellos.

Ya hacía unos cuantos meses que lo conocían, le tenían bastante confianza y sus visitas eran cada vez más seguidas.

– No están peleados. Es su tiempo que se toman cuando pasan horas jugando para ver quién es mejor y al final terminan siendo los dos igual  de malos– declaró Yugyeom haciendo reír al mayor de todos.

– Me recuerdan a mi amigo a mí de pequeños– ríe pero unos segundos después su risa es cambiada  por un rostro  que reflejaba seriedad y decepción– lástima en lo que terminó siendo.

– ¿Qué sucedió, señor Suk?

El castaño entrecerró los ojos pensando si hablar o no.

Es un tema muy frágil– pronunció y ShinHye apoyó su mano sobre su brazo acariciándolo. Ella ya sabía lo que sucedió.

Jungkook y Jimin se miraron por primera vez en lo que llevaban de la cena con sus rostros totalmente curiosos.

– Y... ¿Podremos saberlo?– se atrevió a preguntar Jungkook pero sintió sonrojarse por la vergüenza que le dio el creer que JongSuk pueda llegar a pensar mal de él por su descarado atrevimiento.

JongSuk miró a su pareja directamente a los ojos como pidiendo permiso y ésta asintió levemente con la cabeza.

– Cuando terminemos de cenar les contará, pequeños.

Depression >Jikook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora