Depression >Jikook<

23

Narra Jungkook

Desperté con gotas de sudor frío empapando mi frente y cuello, mi pecho subía y bajaba, mi corazón bombeaba sangre de forma rápida y mis extremidades dolían.

Tonta pesadilla.

Encandilado por la luz cegadora que me iluminaba intenté acostumbrar mi vista y cuando lo hice me encontraba acostado en la habitación. Volteé mi cabeza un poco para el costado y lo vi al pálido dormitando sobre un sillón, de solo verlo me incomodaba su posición.

Me sentí mal, un chico del que no conocía se preocupó mucho por mí, y ha pasado toda la noche durmiendo en un hospital cuidándome.

Me quedé observando su piel, era realmente perfecta, como la de los famosos que Yugyeom solía ver en televisión, sus hermosas pestañas, un sonrojo natural inundaba sus pómulos dándole un toque inocente, debajo de sus ojos pude notar un color más oscuro que contrarrestaba con su pálida piel.

¿Se habrá quedado despierto a la noche?

Mis ojos se movieron rápidamente de YoonGi a la puerta donde dos chicos entraron, ambos de una estatura un poco más alta que la mía o tal vez igual. Uno tenía el pelo negro y labios gruesos, el otro chico era de piel un poco más tostada y cuando sonrío a un comentario de su acompañante un bonito oyuelo apareció en su mejilla.

Dos chicos que no conozco y uno del que solo sé su nombre están en mi habitación del hospital.

Ambos chicos entraron hablando y miré al azabache y lo observé removerse en el asiento pero aún así siguió durmiendo.

– Lo siento– susurró el más moreno cuando vió al pálido removerse– soy Kim Namjoon, y él es Kim SeokJin– los presenta– somos amigos de YoonGi– sonríe.

– oh de acuerdo. Soy Jeon Jungkook.

Hermoso lugar para conocer personas, Jeon.

– no queríamos molestar, pero necesitamos hablar con el dormilón– bromea el otro chico.

Sin esperar más Namjoon se acerca a YoonGi y comienza a moverlo del brazo, yo, mientras tanto, me quedé observando sus movimientos.

– YoonGi– llama–oye, debemos hablar.

¿Qué tan urgente será como para tener que despertarlo?

Pasaron cinco minutos y ahora ambos chicos intentaban despertar a YoonGi recibiendo gruñidos y maldiciones pero no lo que querían.

Voy a admitir que al principio la situación se me hacía cómica, pero ahora ya me aburría por lo que, sin moverme demasiado, estiré mi brazo tocando la mano de YoonGi y con mis dedos pellizco su piel logrando que despierte.

– idiotas, ¿Quién me pellizcó?– Se me hizo inevitable no mostrar una gran sonrisa inocente en mis labios mientras sus amigos reían– ¿fuiste tú Jeon?– entrecerró sus ojos mirándome, unos cortos segundos después una pequeña sonrisa asomó sus labios pero fue rápida ya que al instante se levantó del asiento– ya, ya ¿Qué querían?–estiró sus brazos hacia adelante y movió su cuello a los lados relajando sus músculos.

– Hablemos afuera– dijo SeokJin quien estaba a espaldas de mí y apenas dijo eso YoonGi me miró de reojo.

¿Por qué me miró? ¿Hice algo? Vamos, estás internado, idiota, no hiciste nada.

Los tres salieron y me quedé aburrido en la fría habitación, tanto fría como el clima y la apariencia. En serio, deberían hacer algo con estas habitaciónes. Son frustrantementes insípidas.

Un segundo... ¿Y Jimin? ¿La señora Park? ¿Mi bonito?
¿No me buscaron? ¿Estarán preocupados? ¿Se encontrarán bien? ¿Me habrán mandado un mensaje?

Tras pensar eso último miré a mi costado buscando por algún lado de la habitación mi celular pero no había nada.

Estoy en un hospital, que de paso no sé cuál de todos es, no sé tampoco dónde dejé mi celular, no sé si me estarán buscando, ¿YoonGi les habrá informado? No, seguramente de ser así el que estaría en este momento al lado mío sería Jimin.

– ¡Mierda, necesito hablar con ellos!– susurré más fuerte solo para mí, o eso pensé.

– ¡Hey! No digas eso, no es bonito que un chico tan lindo diga malas palabras– YoonGi me "regaña" mientras volvía a tomar asiento al lado mío y con su dedo golpea en juego mi nariz.

– Entonces tú tampoco deberías decirlas– dije inconcientemente con un puchero en mis labios refiriéndome al "idiotas" que minutos atrás había dicho.

– Bueno, bueno, de lo que me vengo a enterar~– sube una ceja y sonríe– ¿Te parezco lindo?– pica mi mejilla con su dedo.

– ¿Q-qué? N-no ¿Sí? ¡Digo!– bufo al ver la sonrisa que cada vez se extendía más en los labios de YoonGi.

– Ay hasta te pones nervioso~ tranquilo, es normal. Hay suficiente YoonGi para ti– guiña un ojo.

De mi boca sale un sonido de indignación.

– Menos mal, señor Min Ego YoonGi, rey de los dioses griegos– dije sarcástico.

Escucho a YoonGi soltar una carcajada y una muy pequeña sonrisa se forma en mis labios.

– Perdón, Perdón– ríe– ya sé que soy divino, no necesito que tú me lo digas– Y ahí está de nuevo.

– ¡Debes estar bromeando!

– sí es broma. Ya paro– lo miró con una ceja levantada– lo juro.

– Bien.

– Perdón que me meta pero ¿Con quién querías hablar?

– Con mi familia– "mi familia" eso resonó en mi cabeza. Es lo que son, mi familia, y no puedo dudar porque de seguro están muy preocupados por mí.

– ya veo... Supongo que no tienes tu celular. Ten, te presto el mio, tú los llamas y les avisas que estás acá. Y sinó, dime su número y yo les aviso.

¿Ya dije cuánto le agradezco?