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Ya había pasado un día desde el beso entre ambos adolescentes.

Jungkook había esperado a Jimin la mayoría de la noche y madrugada en su cama porque no podía evitarlo, Jimin le era totalmente necesario para la hora de dormir y, siendo sinceros, para todo.
Era tan dependiente del castaño que hasta en ocasiones preocupaba a personas cercanas.

Las sombras que hacían los árboles desde fuera y entraban por la ventana llegaba a asustarlo cuando se movían haciendo distintas formas que realmente no tendrían forma exacta pero para su mente sí. Sombras y formas que si el castaño estaba con él eran ignoradas totalmente.

Tuvo demasiadas horas para pensar y comenzó a sentirse culpable por su Jiminnie. Había sido muy feo de su parte su reacción pero fue totalmente involuntario, el miedo lo había manejado.
Debería explicarle al castaño y expresarle sus disculpas a no más tardar.

Sus ojos se sentían pesados y algo secos pero la alarma sonó interrumpiendo el silencio.

Sin darse cuenta en todo el rato la habitación había sido iluminada por la luz del sol dando inicio al día domingo.

9 a.m y comienza su día. Que esta vez había sido iniciada desde el primer minuto.

Camina hasta el baño y se ve en el reflejo. El disgusto hacia él mismo creció.

Se prepara y baja a la cocina al rededor de las 10:30 para tomar algún desayuno rápido.

Cuando se encontraba ya en los últimos dos escalones levanta la vista encontrándose con una vista que arruinó lo poco bueno que había pensado que quedaba de su día y eso que recién comenzaba.

Los latidos que antes habían sido tranquilos esta vez se sintieron fuertes sobre su pecho. Algo irrelevante estaban siendo sentidos como martillos totalmente dolorosos.

¿Y esa sensación de gritar? ¿La de desgastar tu garganta? Hasta doler, sentir el tragar saliva arder, vaya que no la sentía desde hacía tiempo.

– Oppa besas mejor de lo que había imaginado– dice coqueta mientras se alejaba limpiando la saliva de sus labios con el dorso de su mano.

Jimin solo asintió soltando una sonrisa y se acomoda en el sillón quedando frente a la pequeña mesa que allí se encontraba.

– Buscaré algo de tomar y comenzamos con el trabajo.

Tras decir eso se levanta y camina a la cocina.
Jungkook termina de bajar los escalones que le quedaban con la mirada perdida y clavada en el suelo.

– ¿Se te perdió algo?– dice la voz de EunMi llamándole la atención por lo que levanta la mirada hacia ella– oh... No me digas que nos viste. Lo siento– finge un pequeño puchero– eso es algo que nunca te sucederá. ¿Creías que no decía en serio lo de aquella vez?– sonríe y mira hacia otro lado negando levemente– pobre mi Chim. Tiene que soportar a un enfermo e incestuoso de hermano– ríe.

– ¿E-enfermo?

La chica suelta una risa y lo mira a los ojos.

– Enfermo, gay, incestuoso que cogió con su propio padre y encima estúpido.

¿No son capaz de tener algo de lástima? ¿Ni la menor pizca?

¿Sería realmente fuerte para poder dejar estos insultos y seguir como si nada?

Creía ser fuerte. Jimin se lo había asegurado. Pero en este momento lo sintió como una mentira, una cruel mentira por parte de su mayor.

Depression >Jikook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora