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– ¿Y bien?

– "Y bien" ¿Qué?– se acomoda frente a YoonGi en el césped del colegio mientras el mayor se apoyaba en el tronco del árbol donde casi siempre iban.

Se podía decir que era el lugar favorito de ambos para estar tranquilos sin el alboroto de todos los alumnos.

– Jungkookie...– dice en un suspiro cansado notando al otro reír.

– De acuerdo– sonríe– le dije que iba a pensarlo.

– ¿Pensarlo?– dice sorprendido– "pensarlo" Nochu, ¿Estás bromeando?

Jungkook niega ligeramente.

Bien. Si era sincero, internamente se moría de ganas de contestarle que sí. De hecho, iba a hacerlo, pero la inseguridad salió a flote haciendo que solamente respondiera con un nervioso "Jimin me gustaría pensarlo".

– Realmente creí que apenas te diga eso ya estarías preparando una boda y pensando nombres de bebés– suelta con una sonrisa sobre sus labios haciendo reír un poco al menor pero aún así recibiendo un suave  golpe en el hombro– ya~ no soy quien para recriminarte nada, pequeño. Si no te encuentras seguro pues, es lo mejor– tranquilizó.

igual, Hyung. Anoche estuve hasta tarde pensando en qué responderle.

– ¿Y?

Jungkook suspira nervioso y frita sus manos sobre sus muslos.

– Creo que le diré que sí– sonríe viendo los ojos de YoonGi abrirse y luego sonreirle expresando su emoción.

Me alegro por ti, pequeño. Pero sabes que si te hace algo, me van a llevar a prisión por homicidio ¿Ok?– soltó señalándolo

– Gracias, Hyung.

YoonGi hace un sonido con la garganta mientras asentía.

– Soy el mejor Hyung– asegura.

– Mmm no sé.

– Vamos, admítelo– dijo picando con su dedo índice la mejilla del azabache.

– Nop.

– Nochu...

El nombrado carcajea y salta de su lugar hacia donde estaba YoonGi y lo abraza.

– Claro que eres el mejor, siempre me ayudas en mis dudas y estás para consolarme o burlarte de mí.

– Lo sé, soy genial– acepta el abrazo.

Tras lo dicho el menor ríe sobre su cuello y se mantienen en silencio unos cortos segundos donde la presencia de alguien los interrumpió.

– ¿Molesto?

– Jimin-ssisaluda el menor alegre y tiernamente al ver al castaño allí. Se separa del abrazo más no se aleja de YoonGi– claro que no molestas, solo hablábamos– le regala una sonrisa.

El castaño no se inmutó. Su rostro se encontraba serio y, aunque no se notara, su mandíbula estaba tensa y sus dientes apretaban entre ellos.

– Hola Jimin– saludó el azabache mayor cordial y amistosamente, sin recibir respuesta alguna, al menos no verbal, pero sí una advertencia a través de los ojos del castaño. Vaya que daba miedo enojado.

Algo incómodo separa el cuerpo de Jungkook del suyo y con una fingida sonrisa se despide de ambos.

– Jiminnie ¿Te encuentras bien?– pregunta confundido.

– Seguro.

– De acuerdo– susurra Jungkook y baja la mirada comenzando a tirar del césped y jugando con los cabitos que cortaba– Jimin yo...

– Perdón Kookie. No sé por qué me enojé. Lo siento– soltó mientras se sentaba al lado del azabache y tomaba su mano impidiendo que continúe con su tarea de cortar cabitos de césped.

No importa.

Jimin bajó la cabeza y alejó su mano de la del azabache, alejando así también su cuerpo de forma incómoda.
Jungkook estaba demasiado frío e indiferente.

De verdad se arrepentía, era consciente de que entre él y el menor no había nada por lo que no tenía derecho de actuar como un  novio celoso y posesivo. No era quién para celar a su menor.
Pero aquí estaba, arrepintiéndose por la horrible forma en la que trató a su mayor, porque sí, cuando fue capaz de pensar con claridad lo que dijo notó lo feo que trató a YoonGi.

YoonGi no merecía ser tratado mal por él.
YoonGi siempre apoya a Jungkook, y está cuando él no puede.

– Jungkook perdóname.

– No deberías disculparte conmigo, Jimin.

Jimin suspira y muerde su labio inferior con fuerza.
Siempre metiendo la pata.
Comenzaba a sentir su labio doler pero no le importaba, ni en lo más mínimo. Sentía sus ojos comenzar a lagrimear pero no iba a soltar una lágrima frente a Jungkook. No era momento.

Sin más se levanta del cómodo césped y camina hacia el interior del colegio recriminándose internamente.

Jimin siempre con una sonrisa encantadora y alegre encima.
Jimin siempre sabía animar a los demás.
Siempre tenía algo positivo que decirle a los demás.
Cualquiera podía contar con su apoyo.
Pero ¿Sabían si él podía sentirse decepcionado de sí mismo?
¿Acaso se habían detenido a pensar en si él tenía sus problemas?

En un principio dudó en si su ayuda podía servirle a Jungkook porque después de todo él tenía sus propias guerras.

Todos tienen una guerra, lo digan o no. Recién comenzando, en su punto más difícil o acabando. Algunos lo dicen, otros se lo callan y guardan en lo más profundo. Puede ser leve, apenas una discuta, otras veces son guerras donde si das un paso en falso una bomba puede estallar y acabarte.
Cada quien tiene sus guerras y lo manejan a su manera. Pero no hay quien no las tenga.

Depression >Jikook<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora