Capitulo 31

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Katherine POV

Fue muy mala idea dormirme y no haber curioseado en internet ayer por la noche, hoy que me desperté no recordaba el maldito apellido. Por más que intentaba traerlo a mi mente no aparecía, en el buscador puse algo como Jergi y me corregía a quiso decir: jerga.
Tenía una nuez por cerebro.

– Hola cariño.– Mi madre apareció en el comedor besando mi frente a lo cual sonreí.

– Hola mamá. ¿No llegaste a dormir?– Me miró confundida mientras se sentaba delante de mí.

– ¿Porqué lo dices?

– Cuando llegue no había nadie.– Comí de los panqueques que me habían traído hace unos minutos.

– ¿No te pasaste por mi habitación? Me quedé dormida y apenas desperté.

– ¡Ops! Será por eso.

– ¿Qué tal la universidad?– Pregunto mientras recibía su desayuno.

– Normal. Tareas, proyectos, profesores amargados y mucho mucho dolor de cabeza.– Exagere jalando mi cabello a lo cual rió.

– Puedo entenderte. Pero si es lo que te gusta, lo disfrutarás.

– Esperaré ese momento. A todo esto ¿Porqué nunca pusiste a prueba tus conocimientos en lo que estudiaste?

– ¿Crees que no lo hice?– Paro a mitad de camino su tenedor con fruta.

– Nunca te he visto hacerlo. Pasas mucho tiempo en la empresa con papá y nunca he visto que hagas algo de lo que disfrutes.– Limpio sus labios y llevo los codos a la mesa.– Se que no es total de tu agrado estar en la empresa.

– Tienes razón. Odio estar encerrada en la oficina pero.... Esto por lo que estoy trabajando es para tí.– De la nada sonrió y se levantó quitándome mi panqueque.– Ven, vamos a dar una vuelta.

– Eso era mío.– La señale mientras la seguía fuera.

– Ya lo has dicho "era".– Camino a su oficina y la espere por unos minutos sentada con mi celular en mano.

Kara suele despertar muy tarde cuando trabaja por las noches por eso no tenía noticias de ella.

– Andando.– Traía su bolso con las llaves de su camioneta y salimos de casa, afortunadamente ya me había bañado sino estaría en pijama y sería muy vergonzoso salir así.

– ¿Dónde vamos?– Abroche mi cinturón mientras ella manejaba para salir de casa.

– Ya lo verás, no seas impaciente.– Me Cruze de brazos y espere hasta llegar a donde sea que me este llevando.

Después de cuarenta minutos de viaje, llegamos a un parque de diversiones. ¿Qué hacíamos aquí?

– ¿Qué es esto?– Pregunté incrédula mientras bajamos.

– Pues mira.... Los que están allá se llaman juegos mecánicos. Sirven a base de luz y son de gran entretenimiento.– Bromeó y solo me quedo seguirle el juego.

– Aprendo muchas cosas día a día.– Acomodo su bolso en el hombro y empezó a caminar.

Llegamos a la entrada y sin necesidad de comprar los boletos nos dejaron pasar, los de seguridad le hicieron reverencia con la cabeza. ¡Qué rayos!

– ¿Qué es todo esto mamá?

– Un parque de diversiones Kate.

– Sabes a que me refiero. Se supone que debimos haber comprado las entradas ¿No?

Que Hubiera Sido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora