Capitulo 23

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Camila POV

Los fines de semana son para estar en familia o al menos eso es lo que yo aprendí de pequeña, ahora todo es lo contrario. En la empresa la balanza se estaba desequilibrando, estando más del lado donde todo se puede perder. Por eso, creo que ya se habían tomado decisiones de las cuales yo no estaba enterada y en estos momentos teníamos una reunión en la empresa.

–Kate, cariño.– Abrí lentamente la puerta de la recámara de mi adolescente. Su cama estaba intacta, no había rastro de ella ni siquiera en el baño.

Baje al comedor para verificar si podría estar tomando su desayuno pero nada.

–Hey, Bárbara.– Llame a la mujer que estaba arreglando la mesa.– ¿Has visto a mi hija?

–Si, salio hace una hora.

–¿Dijo a dónde?.– Pregunte confundida, Katherine no era de las que salía un domingo por la mañana y menos cuando el día anterior sale por la noche.

–A correr, llevaba su mochila de deporte.

–Muy bien, gracias.– Dije mientras me encaminaba fuera del lugar pero recordando que aún debía darle instrucciones.– Por cierto, el señor y yo no estaremos por un rato. Puedes irte cuando termines.

–Muy bien, señora.

Para: Ojitos.

¿Dónde estás? Necesito que regresas ahora.
12:20

Me encamine de regreso a mi habitación, Nick estaba acomodando su corbata que hacía juego a su traje. A mí parecer era algo ilógico salír un domingo por negocios, si nada se arreglaba en cinco dias, como podría arreglarse en uno solo.

–¿Kate ya despertó?– Volteo a mirar hacia la puerta para ver si nuestra hija me seguía.

–Si, ha salido a correr.– Dije mientras recibía la respuesta acertiva de Kate.– Ya viene.

–Muy bien.– Volvió a lo suyo, ya había hecho mi aseo personal mucho antes y comencé a maquillarme sin excederme.– Bajemos a desayunar.

–En un momento te alcanzó.– Lo mire a través del espejo cuando salia.

No sé si debería agradecer o maldecir a Kendall Jenner por hacernos salir por trabajo, había comentado que tenía una buena estrategia para que nuestros problemas se arreglen y podamos regresar a Los Ángeles.

-

–Entonces...¿A qué hora regresan?- Pregunto Katherine después de avisarle que saldríamos.

–No sabemos pero trataremos de estar aquí lo más rápido posible.- Le contesté mirándola para que comprendiera que esto era importante para todos.

–Genial.– Dijo sonriendo y yo la mire incrédula tratando de ver algún rastro de enojo o tristeza.– ¿Qué?

–¿Estás bien?– Cuestionó esta vez el hombre de la casa.

–Claro, ¿Porqué no lo estaría?

–No por nada. Entonces te veremos en un rato ¿Bien?– Su rostro solo mostraba satisfacción, había un gran cambio en ella.

–¿Y si vas con nosotros?– Ofreció Nick abruptamente. Lo miré interrogante y antes de que pudiera opinar algo mi hija se adelanto.

–Y aburrirme, no gracias. Estaré mejor en casa.

–Deberias ir, sabes que esto pasará a tus manos.– Volvió a insistir mi esposo pero yo no estaba conforme.– A tu edad, nuestros padres – Movió su dedo señalandonos a ambos.– Ya nos llevaban con ellos a este tipo de reuniones y nos enseñaban el manejo de la empresa.

Que Hubiera Sido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora