Touhou Kirisome no Amnesia: La historia de Sakuya Izayoi. (TouhouMaria#2)

Capítulo 11: Lloviendo en alguna parte del alma+Nuevo aviso

Hola a todos, queridos lectores.

Antes que nada, quiero decirles que a partir de este capítulo se mostrarán algunas escenas muy emotivas y en esta segunda historia, no hay ninguna excepción. ¡Ah! Y les tengo un nuevo aviso, que les diré al final de este capítulo.

Sin más preámbulos, comencemos y disfruten de este nuevo capítulo. :3
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"No importa si viajas lejos de casa; si extrañas a un ser querido, añoras la vida de antes y que esa persona esté solamente en tu corazón. Siempre estará lloviendo en alguna parte de tu alma". (Frase original).

" La humanidad le teme a la oscuridad, es por ello que el ser humano se esconde en la luz". (Rei Ayanami-Neon Génesis Evangelion).

En el tercer piso de la Torre del Reloj y del Hospital.

Watatsuki no Yorihime se encontraba en la sala de estar, esta vez con una mirada mezclada de su propia seriedad y una profunda tristeza. Ella no venía sola, por lo que venía con ella una chica de cabello corto de color gris claro casi blanco, ojos de color rojo, llevándose puesto un vestido de color morado con las puntas terminadas en flechas, una chaqueta marrón claro con detalles de flechas negras, un moño rojo y zapatos cafés. En su lado izquierdo lleva un ala blanca y su rostro mostraba preocupación. Aquella otra mujer no era otra que nada más y nada menos una lunarian y la diosa de la Luna: Sagume Kishin. Sagume siempre es conocida por tomar el papel de ser una narradora y revertir una acción con sólo decir una palabra, la única razón del porqué ella casi no hablaba. En pocas palabras, era más o menos callada. Yorihime últimamente se va preocupándose por Satori y su delicada situación de salud, ya que ésta ha sido enferma de una fuerte depresión. No obstante, Seiji también la acompañaba para animar un poco la situación. La pelivioleta observaba por la ventana el paisaje de la Capital Lunar. La Capital Lunar, a pesar de tener algunos edificios antiguos similares a los de lo que actualmente llamamos el Antiguo Japón, no era como el Viejo Japón. No realmente. Esta ciudad era lleno de edificios modernos y altos, cuyas luces se podrían reflejar en el mar de la Tranquilidad (Ver imagen en el multimedia, por favor) y aunque sea moderno todavía conserva la belleza arquitectónica de sus antiguas construcciones de la antigua Capital Ciudad que tanto recordaba desde que Watatsuki no Yorihime y Watatsuki no Toyohime eran apenas unas niñas. Toyohime tenía como alrededor de entre los ocho y los doce años mientras que Yorihime apenas tenía como unos cinco o seis años y apenas estaban al cuidado de Eirin mientras que sus padres estaban gobernando la primera Capital Lunar. La madre de las dos hermanas era una mujer de extraordinaria belleza que era pretendida por muchos hombres ricos. De entre éstos había elegido casarse con un importante samurái; la madre de las dos se llamaba Watatsuki no Murasakihime y su esposo, Watatsuki no Okazaki. La relación de sus padres no era la mejor, pero tampoco la peor; en pocas palabras, fue una relación bastante única. A pesar de que ella y su hermana son de la misma familia, siguen siendo diferentes de acuerdo con la personalidad de sus padres. Watatsuki no Yorihime, al igual que su padre (que murió junto con su amada mujer en una de las guerras lunares más sangrientas de su historia), tenía la personalidad de éste ya que ella era conocida por ser más seria e intenta ser como su madre al compadecerse de una situación familiar de una persona. Watatsuki no Toyohime, en cambio, tenía la personalidad de su madre: una mujer amable y bastante fuerte, además de ser vista por los Lunarians como la imagen de Murasakihime. Desafortunadamente, los padres de las hermanas Watatsuki murieron al intentar proteger el pueblo de una de las guerras lunares más sangrientas de la Capital Lunar cuando éstas apenas eran niñas, por lo que sus familiares las dejaron a cargo de Eirin Yagokoro antes de que naciera Kaguya.