Capítulo 28: Nostalgia [2/3]

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Balcón del Castillo de Meiji.

—Afortunadamente no hubo muchos muertos que digamos— dijo Rei'sen al hablar con Watatsuki no Yorihime, cuyos ojos reflejaban nostalgia y serenidad mezcladas de preocupación, cansancio y pensamiento—. Pero lo que me preocupa de lo sucedido desde que la hija de la princesa Houraisan desapareció es el estado emocional de la princesa, y la verdad intenté animarla un poco... O eso era de lo que esperaba. Tengo miedo de que algo le suceda antes que las cosas se vean de mal a peor y lo más triste es porque ella afirma sentirse culpable y...y... Yorihime-sama, ¿usted cree que la pequeña Houraisan esté bien?
—...La verdad, no estoy segura cuál será el futuro del reino— respondió Yorihime, llena de pesar y un poco seria—. Pero de lo que sí sabe es porque Junko pensó que ella iba a ser peor que Chang'e. Pero si ella causó todo esto... ¿Por qué tuvo esa horrible decisión de arrebatar miles de vidas inocentes a nuestros habitantes mientras aún seguían vivos? ¿Acaso ella...?— sus ojos se llenan de lágrimas de ira y apretó sus dientes, llenándose de ira y tristeza—. ¿¡Acaso ella no tuvo la maldita compasión de ni siquiera matar a mi padre justo en frente de los ojos de mi hermana!? ¿¡Por qué ella hizo eso...!? ¡¡No lo puedo perdonar nunca!! Aunque los lunarians también pueden ser más débiles como los humanos, no puedo ni quiero perdonar la muerte de mis padres...
—Yorihime-sama— agregó la pequeña coneja, esta vez llena de tristeza y los ojos humedecidos hasta dirigirse a la nombrada—... Lamento por lo que usted ha pasado, y aún así... Extraño a mi hermano...

Yorihime, al escuchar a la pequeña niña y darse cuenta de la pérdida del hermano de Rei, le abrumó un sentimiento de dejá vú al ver una última vez a un joven conejo lunar con una sonrisa hasta que la imagen cambió a uno malherido y con una herida en el pecho. Touya, era el nombre del hermano de la pequeña Rei'sen, el cual jamás tuvo la oportunidad de despedirse de ella. Con un tono sereno y casi maternal, la abraza y le dijo:
—Lo sé, Rei. Lamento por lo ocurrido... Mañana mi hermana y yo iremos a ver la tumba de tu hermano y le visitaremos. ¿Sí te acuerdas de la última vez que le diste una corona de flores después de jugar? Prometo que jamás te dejaremos sola.

 ¿Sí te acuerdas de la última vez que le diste una corona de flores después de jugar? Prometo que jamás te dejaremos sola

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—¿Por qué las personas inocentes y buenas mueren así tan pronto?— preguntó Rei'sen con lágrimas en sus ojos.
Yorihime se quedó pensativa por un minuto y casi estaba a punto de llorar. Después de reflexionar cómo fueron los años en que pasó con sus padres, le dijo con lágrimas en los ojos:
—Es porque ella está celosa de nosotros. Aunque los lunarians pueden ser más débiles emocionalmente que los humanos, incluso cuando perdemos la esperanza, cuando nos caemos en el abismo del dolor y sentimos tristeza en nuestra alma, sobre todo al perder a un ser querido por las manos de una persona carente de corazón y por el destino mismo, todavía hay seres queridos que nos ayudan a levantarnos para poder seguir adelante y encontrar la esperanza a pesar de los obstáculos de la vida y en estar obligados a aceptar la dura y cruda verdad por temor a ser heridos o dañados en nuestros corazones. Junko... Siente envidia por eso.

—"Estoy seguro que muy pronto las cosas saldrán bien, hermana. Después de ganar la guerra, podremos un final maravilloso. ¿No es así? Pronto regresaré a casa y así podré jugar contigo todo el tiempo, porque luego iremos a ver las estrellas juntos. Buenas noches, hermanita. No olvides rezar por mí"— esas fueron las últimas palabras que había dicho Touya cuando Rei apenas tenía cinco años y él dieciséis años. La pequeña coneja, al tener la bufanda guardada en su suéter, la puso en su cara para llorar.
—Hermano...— sollozó la pequeña—... Hermano... ¡Te extraño mucho!... ¡No me puedo perdonar por esto! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho, hermanito!

La pelimorada de cola de caballo abrazó a la pequeña coneja mientras que Toyohime, al ver a su hermana consolándola, miraba la emotiva escena en sus ojos llenos de tristeza y se acercó a Yorihime y a Rei para abrazarlas.
—Lo sé...— se lamentó la joven rubia—. Sé cómo se sienten, lo lamento muchísimo, hermana.

Ruinas del Castillo Ososhi.

Mientras tanto, Kaguya comenzó a visitar las ruinas del antiguo castillo de Ososhi. Aquellas ruinas antes de convertirse en un lugar completamente olvidado, solía ser una majestuosa construcción en donde su madre siempre ha sido una de las mejores reinas después de la muerte de los padres de las hermanas Watatsuki, antes de que comenzara la invasión de los youkais y mucho antes del fallecimiento de su madre Naoko Houraisan en entregar su vida a cambio de salvar el reino. Conforme fueron pasando los años, ahora la joven princesa se quedó para observar con ternura y tristeza la tumba de su fallecida madre.
—Mamá, tú me dijiste que sería una buena princesa antes de ser reina y, cuando tenga hijos— confesó y reflexionó Kaguya al mirarla—, fuera una buena madre. Pero... ¿Por qué... ?— sus ojos se llenaban de lágrimas de arrepentimiento — ¿Por qué tuviste que quitarte la vida para salvarnos si ni siquiera te dije adiós? Mamá... Perdóname por lo que le hice a Tsuki. Ella es mi hija y no me puedo perdonar por herirla así... Si hubiera una forma de que volvieras a nacer, pediría... Estar contigo una vez más...
—Princesa— dijo Eirin al venir a las ruinas —. Lamento por lo sucedido.
—Lo sé... Pero en realidad no soy como mi madre— agregó la pelinegra—. ¡No quiero volver a cometer el mismo error dos veces! Si no puedes ayudarme a liberar de esta culpa con tu magia, yo...yo...yo me sentiría mal. Lo siento mucho, Eirin.
—Majestad, siente dolor al perder a su madre desde que usted era pequeña. No obstante, aunque pierdas la esperanza, a pesar de caer en un escalón de los nuevos retos de la vida en caso de no estar preparados para una situación difícil, todavía tienes a mí y a las hermanas Watatsuki para consolarte e intentar en ayudar a sonreír para no llorar hasta el final. Siente dolor y tristeza desde ese trágico día en que su madre murió.
—¿Qué quieres decir, Eirin?— preguntó Kaguya aún melancólica.
La nombrada quedó por un momento pensativa y respondió con estas palabras:

..."Cuando la luna se puso llena, una inmensa luz los soldados habían sido cegados y perdieron las ganas de luchar. Una vez que la gente de la Luna bajó, Kaguyahime se despidió de sus padres y les dijo que no quería irse, pero debe hacerlo. También se despidió del Emperador, le dio el Elixir de la eterna juventud. Una vez que el emperador, cuyos ojos llenos de la sombra de la tristeza más profunda en su corazón hecho trizas, le rogó a su amada mientras ella desaparecía del cielo en estar montada en un carruaje de plata y diamante:
<<Kaguyahime, yo... Yo... Sin ti, por mucho que viva, ya no podré volver a ser feliz. Si pudiera poder concederte mi último deseo, sería la de volver a verte una vez más...>> Después de recibir el regalo, le ordenó a sus sirvientes que lo arrojaran al fuego. El emperador ya no quería más fantasías como la eterna juventud y su deseo de volver a ver a su amada Kaguyahime, ahora ardiendo en las llamas del fuego y dirigiéndose hacia el cielo, ascendió y ascendió hasta la Luna"*. Esas fueron las palabras que su madre escribió en el cuento, pero ella jamás dejó de amar la Tierra y a sus padres adoptivos.
—¿A qué te refieres de que ella jamás abandonó su deseo de volver a ver al emperador? — dijo Kaguya.
—Es porque su madre, cuando era joven, sí estuvo realmente en la Tierra y se despidió del emperador, porque ella fue ni nada más ni nada menos que...

La Verdadera Kaguyahime.

Continuará...

*1: Fragmento adaptado de "Kaguyahime no Monogatari*.

Touhou Kirisome no Amnesia: La historia de Sakuya Izayoi. (TouhouMaria#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora