Capítulo 33: Dulce primavera

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"Un sueño que se sueña a solas es solo un sueño; un sueño que se sueña con otro es una realidad".

Yoko Ono, Artista multimedia japonesa.

Dedicado a Metroid7581

Cuando Miranda cumplió los siete años, comenzó a ser una niña cariñosa, obediente y leal en su familia. Además, aprovechando las vacaciones de semana santa en Maidstone East Springs, ayudaba a María en la plantación de flores junto con Liz.

Aquella misma mañana, las flores se movían suavemente con el viento mientras que en sus aterciopelados pétalos las mariposas volaban sobre ellas y las abejas polinizan a las mismas; el arroyo se movía y sus aguas reflejaban los rayos del Sol, los pájaros se posaban en las ramas de los árboles para entonar su dulce canto y las espigas de los trigos en los campos se movían elegante y cuidadosamente como si de oro se tratasen. El cielo despejado era bastante bellísimo para contemplarlo, y eso tranquilizaba a Miranda. Los ojos azules de la niña parecían reflejar el firmamento azul, ya que disfrutaba de estar en compañía de su madre y de su hermana.
—Miriam, ¿Por qué el cielo es del mismo color de mis ojos? — preguntó Miranda.
—Bueno, se supone que se debe saber si tuviste un familiar antes de llegar aquí, lo cual no lo sabemos aún — respondió la nombrada—. Pero no te preocupes, por lo menos estoy segura que eres bastante única.
—Miriam tiene razón — añadió Merina para responder la duda de la peliplateada—,  cuando una persona es bastante única no dudaría en "estar en los zapatos" de otra persona. Un buen ejemplo de ese tema del porqué eres única no es nada más ni nada menos que una de las novelas más bellas, según mi opinión, que lo hizo una mujer muy inteligente llamada Mary Shelley en el año de 1818: "Frankenstein"
—¿Flan de qué cosa?— preguntó Miranda levantando una ceja al escuchar ese nombre que parecía tenerlo en la punta de la lengua.
—"Frankenstein", pero para traducirlo a un lenguaje sencillo puedes también llamarlo "El moderno Prometeo"— contestó Liz—. Bueno, te explico: lo que pasa es porque después de vacaciones de semana santa habrá una exposición de libros por parte de mi profesora de literatura, la señorita Miep O'Malley después de enviarle una carta en donde se menciona la opinión personal, las ideas de reflexión y las figuras literarias una vez que leamos el libro. Y cuando se lee, se expondrá. ¿Acaso no sabías que habrá una exposición o jamás has ido a una?
—La verdad... Creo que no he ido a ninguna— dijo Miranda un poco desanimada.
—¡¿E-estás loca?! ¡¿Jamás has ido a una exposición de libros?!— exclamó Liz sorpresivamente al escuchar dicha respuesta.
—Bueno, la verdad yo no sé qué es eso...
—¿Cómo puedo explicarte de lo que te dije?— se preguntó Liz al tratar de encontrar una respuesta.
—¡Liz!— exclamó Merina.
—¿Mmm?¿Acaso sucede algo, mamá? — preguntó la niña. Merina le guiñó el ojo. La pelicastaña chasqueó los dedos al recordar algo. Una vez que llegaron al jardín de flores en su casa, Liz sacó de las flores un regalo envuelto con un bello listón azul y se lo dio a Miranda.

—¿Ah? ¿Y ese regalo?
—Es para ti. Sé que no soy buena con las palabras, pero espero que te guste — confesó Liz con una dulce sonrisa. Miranda obedeció al abrir al regalo, hasta que sus ojos azules se iluminaron de sorpresa al ver un hermoso reloj de bolsillo. Con una inmensa alegría mientras en sus ojos aparecieron estrellas dijo:
—¡Es precioso! ¿¡Cómo supieron que me encantaba este tipo de relojes!?
—Sencillo: desde que estabas en casa comenzaste a ver el reloj y, cuando ponían un oído cerca es como si fueras a escuchar un latido del corazón — respondió Merina dulcemente—. Así que Allen decidió hacerte un regalo de cumpleaños para ti y como forma del amor que te damos.

Con lágrimas de alegría, Miranda abrazó a Miriam, Merina, Liz y a su madre. La niña jamás olvidaría ese día tan especial en lo más profundo de su corazón, para luego recordarlo.
—Mamá, abuela...Gracias por darme todo el amor que necesito— manifestó la niña—, no tengo nada que decir más que "Gracias"...










Cuando sea una adulta, quiera olvidar esto, pero yo no quiero abandonar estos bellos momentos que hemos pasado bien.

Aunque son una familia pequeña, son para mí una mejor familia que jamás olvidaría en mi corazón...

Aunque son una familia pequeña, son para mí una mejor familia que jamás olvidaría en mi corazón

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Una imagen de Patchouli para Metroid7581 (Metroid, espero que te guste)

Touhou Kirisome no Amnesia: La historia de Sakuya Izayoi. (TouhouMaria#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora