"La primera vez que comienzas a ver un nuevo mundo, te sientes asustada y sola. No obstante, cuando viene una persona que te levanta sus brazos para abrazarte y darte una cálida bienvenida pronto comienzas a encariñarte y llamarla tu familia".
Cerca del campo de flores blancas, había una casa pintanda de blanco con un precioso jardín y un árbol de manzano. Aunque parezca algo pequeña por fuera, por dentro era grande y había un taller lleno de hermosos relojes colgados en la pared y relojes de bolsillos, cajitas de música y engranajes bellamente hechos a mano; en el segundo piso había un cuarto de color cían claro lleno adornado de estampados de flores blancas y azules, un librero, una cama con almohadas blancas y sábanas limpias cubiertas por una cobija de algodón y un ropero de pino.
La sala estaba compuesta de mesa con seis sillas. En el centro de la mesa, había un hermoso florero lleno de margaritas, un juego de té hecho de porcelana decorado con un precioso patrón de rosas azules y rosas rojas, seis platos de porcelana en cada esquina junto con seis tazas y seis cubiertos. En la sala, un sillón de color rojo y el sofá estaba adornado de cojines hechos a mano, una chimenea y una ventana en sus respectivos cuartos. Por último, el patio estaba lleno de una rica vegetación gracias a la sombra fresca que proporciona el lugar.La puerta principal que daba hacia la sala se abre hasta ver entrando alguien. Se trataba de una joven muchacha de un largo cabello rubio y rizado como el sol que le llegaba hacia la cintura, tez clara, complexión delgada, de un bello rostro como si de una muñeca de porcelana antigua se tratara, vistiendo un precioso vestido de color cían con blanco que le llegaba hasta la pantorrilla, combinado con una blusa de manga larga blanca y botas cafés, labios de color melocotón oscuro casi rojo y sus hermosos ojos azules parecían reflejar la luz como un diamante. Su nombre es María, una dulce muchacha de unos dieciséis años que vendía flores solamente los fines de semana; ella no llegaba sola a casa, sino que trajo a una niña de la edad de entre los ocho y doce años, cabello corto y ondulado de color castaño medio oscuro , tez clara, con ojos de color café medio oscuro y rojizo con reflejos de color ámbar, vistiéndose un vestido de color azul violeta hasta la altura de la rodilla, calcetas blancas y zapatos de color negro. Era la hermana menor de María, la pequeña Lize.
—¡Allen, ya estamos en casa!— exclamó María luego de dejar su canasta llena del mandando que había hecho después de vender flores.
—¡Voy!— respondió una voz de un hombre joven. Bajando las escaleras, llegó un muchacho de cabello castaño oscuro y ojos del mismo color, tez morena clara casi blanco, vistiendo una camisa de manga larga de color blanca, pantalones de color marrón junto con un delantal lleno de herramientas de color azul oscuro casi negro y botas negras. Por último, lleva puesto lentes. Al ver a las dos, dijo mientras se limpiaba las manos con un trapo a causa de utilizar demasiada tinta negra:
—¡Ah! María, Lize. ¿Cómo les fue en la venta de flores que hicieron? ¿Alguna nueva novedad en el pueblo?
—Vendimos rosas rojas a la señora Robbinson, girasoles a la señorita Lumiére, claveles rojos a una estudiante para el cumpleaños de su madre y recibí un pedido por parte de una buena mujer perteneciente a una familia adinerada — dijo María al sacar una pequeña lista.
—La señora nos pidió un arreglo floral de rosas blancas y rojas, además de unos lirios— añadió Lize y se dirige a la pelirrubia—. Hermana, ¿Quieres que vaya por las rosas blancas y rojas y los lirios?
—Por su puesto, Lize— contestó dulcemente María mostrando una sonrisa y le da una canasta—. ¡Ah! Y una cosa, Lize.
—¿Mande?
—Si hay algo que irrumpe en las flores, no dudes en gritar "¡Hay algo en mi jardín!". ¿De acuerdo?
—Sí, hermana— dijo Lize al saludar como soldado y se dirige al jardín para recoger las rosas blancas y rojas, y los preciosos lirios blancos. Efectivamente, era el mes de abril y el sol brillaba tenuemente; al salir de la casa, se encontró con el campo de rosas blancas y comenzó a acercarse. Pero esa sonrisa despareció cuando sintió un liquidó caliente en sus pies y lo que vio la había dejado en un estado de shock.
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Touhou Kirisome no Amnesia: La historia de Sakuya Izayoi. (TouhouMaria#2)
FanfictionPrecuela de Biological Clock y segunda historia de TouhouMaria en que nos narrará la historia de Sakuya: su infancia, su vida como una humana en el mundo exterior y su camino hacia una nueva esperanza contada por la voz de una mujer que sufrió pero...