Merina y Miriam fueron corriendo hasta ver a Dio sosteniendo su pierna en una rama, pero el único que estaba en desacuerdo no fue nada más ni nada menos que un muchacho de cabello rubio hasta la altura del cuello atado en una cola de caballo, de nueve años, tez clara, ojos de color celeste, vistiendo una camisa blanca de manga larga y overol de color azul marino, calcetas blancas y zapatos de color negro. Su nombre era Alexiel, pero le gusta que le digan "Allen" o "Len"; a diferencia de Dio, Allen es un chico compasivo, amable, solidario y consciente, así como un buen ejemplo de un buen niño.
—Dio, debes detener tus acciones egoístas— dijo secamente Allen.
—¡Tú no puedes mandarme así, pedazo de basura! — exclamó Dio enojado. Las dos mujeres pronto se dieron cuenta de que algo no estaba bien pero al mismo tiempo se quedaron para intentar detener esta pelea.
—Si no te detienes, llamaré a la policía y le contaré a tu padre que estás cometiendo cosas malas— amenazó el pelirrubio aún con serenidad y enojo mezclados entre si.
—¡¡No me interesa!! ¡¡Eres un traidor y con gusto te mancharemos de fruta a ti y a las dos mujeres!!—exclamó Dio y comenzó a señalar a sus secuaces —. ¡¡¡AHORA!!!Los chicos comenzaron a aparecer con frutas y huevos que habían robado, lanzándolos hacia las dos mujeres y Allen las protegía sin éxito alguno. De pronto, cuando Dio ya iba a lanzarle piedras, una voz de una niña comenzó a exclamar:
—¡Detengan esta pelea, por favor!
Un escalofrío comenzó a recorrer en la espalada de Dio. Los demás niños parecían estar congelados al ver a una niña de extraordinaria belleza, de cabello color negro puro hasta la altura de la cintura y rizado solamente en las puntas; tez de color claro como si de una hoja de papel de tratara, ojos de un hermoso color azul marino con reflejos de cían, sosteniendo en su mano derecha un conejo de peluche de color violeta a comparación de la camisa blanca de manga larga y overol de color salmón que llevaba puesto, calcetines de color blanco hasta la rodilla y zapatos de color rojo; del lado izquierdo de ella había una pequeña niña de cabello plateado hasta la cintura y ojos azules, además de llevar un vestido blanco sin mangas y sin zapatos. Merina no había leído alguna leyenda, pero estaba segura de que ellas NO pertenecían a ninguna.¿Podrían ser hermanas, primas o hasta parientes lejanos? ¿Quiénes son ellas? ¿Dónde están sus padres? ¿Cómo llegaron aquí? Esas eran las preguntas que Merina y Miriam se hacían; sin embargo, una vez que las niñas aparecieron, una de ellas le tomó la mano a Miriam mientras que la otra las guiaba. Finalmente, los niños comenzaron a reírse nerviosamente hasta que uno de ellos gritó:
—¡¡Allí viene la policía, chicos!! ¡¡Corran por sus vidas!!
Todos corrieron rápidamente hasta que la policía agarró a dos niños, tres niñas mientras que otros escapaban como una manada de perros sarnosos corriendo para evitar que la perrera los atrapara y comenzaron a reírse.Fin del Flashback.
—¿En serio aparecieron dos niñas, señorita Marlon?— preguntó Miranda a la pelicastaña.
—Por su puesto— respondió Merina—. Pero lo más sorprendente es que ellas aparecieron como dos fantasmas, hasta que Miriam tuvo que contarle todo lo que sucedía y los oficiales exclamaron: "¡No puede ser, señorita! ¿¡Acaso ustedes también vieron a ellas!?" a lo que respondí: "Espere, oficial.... No me diga que usted las vio" "Sí, y lo más increíble es que ellas aparecen cuando solamente hay luna llena".
—Tienes razón, mamá — añadió María—. Según la gente dicen que ellas son la voz y el nombre de la inocencia, mas no se sabe de su origen. Sonará raro pero es cierto— y se dirigió a la pequeña peliplateada—. No te preocupes, mi niña. Por lo menos apenas eres nueva; de lo contrario, no hubieras venido acá. No obstante, mientras esperamos a Miriam podemos ha----.Cuando ya iba a hablar, tocaron la puerta. Lize corrió hacia la puerta y la abrió. Era Miriam, quien venía jadeando de cansancio.
—¡Ah! ¡Policía... ! Di-digo...¡Miriam! Qué bueno que estás aquí— dijo Merina al ver a la pelicastaña.
—No alcancé a llegar a casa, señorita Merina— contestó Miriam al entrar—. Con permiso.
—¡Nani Miriam!—exclamó de alegría Lize al ver a la joven sirvienta y se abalanzó hacia ella para abrazarla—¿Cómo te fue, Miriam? ¿Te encuentras bien? ¿Pasaron frío? ¿Comieron bien mamá y tú? Digan cómo les fue en Paris.
—Estamos bien. Gracias, señorita—añadió Miriam. Lize, al escuchar esto último, infló sus mejillas dándole una expresión de un adorable enojo y dijo:
—¡Nursery*!
—¿Ah?
•Nota de la autora: En este caso se hará algunas expresiones elegantemente escritas. La palabra "Nursery", en esta historia, hace referencia a una expresión de cómo las jovencitas de la alta sociedad les explica algo relacionado como la expresión de disgusto al sentir que la tratasen de una niña adinerada en lugar de ser una joven normal y corriente. También es relacionado con el desagrado de sentirse como un adulto.—No me gustan que me traten así, Miriam— replicó Lize y cruzó sus brazos con su adorable enojo.
—Lo lamento, Lize. Lo que pasa es porque me vas a decir que estamos en un pueblo pacífico sin maldad alguna y ya sabía que me ibas a usar esa palabra. 💧
—De acuerdo, Miriam. Te perdono— concluyó la pequeña con una sonrisa. Pero pronto reaccionó al saber que estaba encima de la chica—. ¡Oops! Olvidé que soy un poquito pesada— y se levantó rápidamente y ayudó a Miriam a ponerse de pie.
—Jejeje.... Gracias, Lize— dijo Miriam con una dulce sonrisa y se dirigió a todos—. Entonces... ¿De qué me perdí?Hola a todos, queridos lectores.
Lamento por no poder actualizar hasta ahora. No obstante, vengo a decirles que a partir de mañana estaré ausente otra vez por parte de trabajos escolares, tareas y exposiciones. Espero que las haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo.
Abrazos de
MareMobox45.
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Touhou Kirisome no Amnesia: La historia de Sakuya Izayoi. (TouhouMaria#2)
FanfictionPrecuela de Biological Clock y segunda historia de TouhouMaria en que nos narrará la historia de Sakuya: su infancia, su vida como una humana en el mundo exterior y su camino hacia una nueva esperanza contada por la voz de una mujer que sufrió pero...