Capítulo 13.2

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―Así que están saliendo, ¿no? ―intenté aparentar que no me afectaba aunque en realidad, no entendía porque me debería afectar. Estaba segura de que no me gustaba Jace así que seguramente sería el alcohol, como siempre, que me estaría haciendo pensar cosas equivocadas.

―No exactamente ―le miré extrañada―. Es una historia muy larga y no creo que yo sea el indicado para contártelo pero básicamente, son como una ex pareja. Mi hermana aún está loca por Jace y él no lo sé pero, de vez en cuando se enrollan y follan, debido a la confianza que tienen.

Toda mi piel se puso pálida al instante. ¿Tenían sexo de vez en cuando? Solo de imaginarme a esos dos en la misma cama hacía que tuviera arcadas.

Matt notó mi cara de preocupación, o asco, o mezcla de las dos, ―Pero no te tienes que preocupar por ello, él sabe lo que hace y sabe cómo cuidarse, no creo que ella le rompa el corazón, ni mucho menos.

―No estaba preocupada por eso ―espeté ante la tontería que acababa de soltar.

―Entonces, ¿Qué más te da que estén juntos? ―me penetró con la mirada.

―Era simple curiosidad ―expresé con neutralidad y él pareció conformarse con mi respuesta.

―Vamos a dejar de hablar de los tortolitos y hagamos algo. ¿Te apetece ir a la piscina? ―me miró descaradamente.

―La verdad es que no me apetece bañarme, además, no he traído biquini ni nada ―contesté excusándome.

―No pasa nada, puedes quedarte en el bordillo mientras hablamos ―me sonrió y me dirigí hacia la piscina aceptando su propuesta.

Como él estaba en su casa, se fue a poner el bañador y yo le esperé en la zona de la piscina mientras observaba el ambiente. Había unas 6 personas bañándose y lo bueno era que entre ellos no estaban ni Jace ni la hermana de Matt, cosa que me tranquilizó.

―¡BUU! ―sentí unas manos en mis hombros y me giré sobresaltada.

―Joder ―dije sosteniendo las manos en mi pecho―. Que susto Jace ―contesté recuperando el aire y él se empezó a reír por mi reacción.

―¿Qué haces aquí? ¿Te vas a bañar? ―bajó la mirada comprobando que aún seguía vestida.

―No, estoy esperando a Matt ―me crucé de brazos.

―Así que, ¿Te vas a bañar con Matt? ―alzó la ceja.

―La verdad es que no, no me he traído bañador ni nada porque como no me has avisado de que veníamos aquí...―entrecerré los ojos―. Igualmente no me hubiera bañado, no conozco a nadie y tampoco me apetece mojarme.

―Pues a mí sí que me apetece, pero no mojarte eh ―mi mente sucia lo interpretó de otra manera y me empecé a poner tensa―. ¿Me ayudas a quitarme la camiseta? ―preguntó incitándome.

―¿Tú que te crees? Claro que no ―me reí―. Qué te ayude la pelirrojita esa― solté sin ni siquiera pensarlo.

―¿Hablas de Emma? ―dijo alzando la ceja. ― ¿Estás celosa? Se te nota rencorosa por haber estado con ella y no contigo ―cortó la distancia que quedaba entre nosotros.

―¿Pero qué estás diciendo? Obvio que no estoy celosa ―le empujé.

―Va no te pongas agresiva, que aún ni la he besado ―me provocó mordiéndose el labio mientras se volvía a acercar a mí.

―Eres imbécil ―me giré para darle la espalda y escuché como si quitaba la camiseta y los pantalones.

―Me encanta que te pongas así ―susurró acercándose a mi oreja y toda la piel de mi cuerpo se erizó al pensar que estaba casi desnudo. Escuché que se tiraba al agua y me volví a girar para verle―. ¿Vienes o qué? ―preguntó abriéndome los brazos para que me tirara encima de él.

[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora