NARRA JACE
La lengua de Rebeca era cálida pero la forma en la que rozaba con la mía era demasiado fría. A pesar de que no besara mal, era algo calculador, sin sentimientos, sin emociones, era puro deseo por mi cuerpo.
Si me hubiera besado semanas atrás, no hubiera dudado ni un segundo en cogerla y llevármela a alguna habitación, pero en ese momento no. Me di cuenta de que ella no era la persona que hacía que me encendiera ni que provocaba que todo mi cuerpo se tensara al notar su contacto, esa persona era otra, y por ello no valía la pena ni que me acostara ni que siguiera besando a Rebeca.
Mis pensamientos me hicieron volver a la realidad y me di cuenta de que debía parar enseguida, no quería tenerla tan cerca de mí, sino que, necesitaba tener entre mis brazos a Kate.
―¿Qué haces? ―espeté apartándola de mí. Busqué con la mirada a esa chica que hacía que me volviera loco y no vi ni rastro de ella, se había ido, pero no sabía a dónde. Me levanté del sofá haciendo que Rebeca cayera de culo al suelo y su mirada fulminó la mía.
―¿Qué haces tú? ―se levantó y se estiró el vestido hacia abajo―. ¿Me vas a decir que no te ha gustado el beso? Porque ambos sabemos que sí ―se puso las manos en la cintura y miró con la ceja alzada. La aparté de mi camino ignorándola completamente, y salí al patio para ver si Kate se había ido fuera con Hayden.
Había mucha gente y después de lo que había bebido, me costaba distinguirla entre la multitud. Pasados unos minutos, vi a una chica con la cabellera negra sentada en una esquina apartada del patio. Me acerqué a ella y me agaché para estar a su altura, ella de inmediato me miró y en un segundo pude sentir todo el dolor que tenía dentro. Sus ojos estaban vidriosos, más oscuros de lo normal y tenía cara llena de largas lágrimas negras por el maquillaje, que caían poco a poco al suelo.
―Vete de aquí ―me soltó sollozando―. Todos sois iguales, igual de cabrones. Seguro que Álex se lo está montando en el baño con esa chica que ni siquiera sé de dónde ha salido ―empezó a balbucear.
Le puse una mano en el hombro para tranquilizarla y ella fijó la mirada en la mía. En un instante se volvió a derrumbar y empezó a hablar sin freno, ―Pensaba que lo nuestro podía tirar adelante, que podía salir algo bien después de toda la mierda por la que he pasado, pero no. Al llegar a esta fiesta, ya me he dado cuenta de que algo no iba bien. No me prestaba la misma atención que siempre, ni me miraba de la misma manera. Es obvio que no me quiere, en el momento en que no se ha pensado dos veces de irse al baño con esa, me ha quedado clarísimo ―las lágrimas le empezaron a caer con más fuerza y se tapó la cara con las manos.
Nunca se me habían dado bien esa clase de situaciones y en ese momento no dejaba de pensar dónde se podía haber ido Kate si no estaba con su mejor amiga. A pesar de eso, intenté ayudarla prestándole la máxima atención. No podía dejarla allí, ahogándose con sus lágrimas.
―No vale la pena que llores por eso. Aún no sabemos lo que ha pasado, no te preocupes ―le sequé las lágrimas con el pulgar de la mano―. Conozco a Álex desde hace mucho y nunca lo había visto tan pillado por alguien así que, tú tranquila. Esto ha sido un juego y a él siempre la ha gustado jugar, lo mejor será que no saques conclusiones precipitadas.
―Entonces no entiendo porque se está tanto tiempo dentro. ¿Dónde está Kate? Necesito irme a casa. ¿Está dentro? ―preguntó temblando.
―No sé dónde está. He salido fuera porque pensaba que estaría contigo pero no ―al decir eso Hayden endureció su mirada.
―¿Qué coño le has hecho? ―preguntó casi escupiéndome.
―No he hecho nada ―alcé los brazos y ella me siguió fulminando con sus ojos―. Bueno, he besado a Rebeca pero...
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[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación
RomanceTodo puede cambiar en un efímero instante. Esos momentos que pasan tan rápido y que no ves venir, son los que más acabas recordando. Eso mismo me pasó a mí una mañana corriente que salí a hacer unos recados. Todo parecía ir según lo previsto hasta q...