Capítulo 24

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―¿QUÉ HACES? ―gritó Jace alarmado―. Que tampoco beso tan mal...

―SHHH. Cállate y métete debajo de la cama ―le exigí fulminándolo con la mirada e hizo de inmediato lo que le pedí. No podía permitir que nadie lo viera en mi habitación y menos a las horas que eran.

Unos segundos después, la puerta de mi habitación se abrió y apareció mi madre.

―¿Con quién hablas Kate? ―preguntó mirándome como si estuviera loca.

―Estaba escuchando música mamá. Ya sabes que a veces me pongo a cantar y me motivo ―dije lo primero que se me pasó por la mente y oí una risa debajo de la cama. Inmediatamente hice un bote para molestarlo y paró de reír. ―Perdón es que a veces la cama cruje y me molesta ―mi madre me seguía mirando como si estuviera mal de la cabeza.

―¿Y qué haces sin camiseta y con una caja de pizza en la cama? ―Joder, no me podía haber analizado más.

―¡Mamá cuántas preguntas! Simplemente me estaba poniendo el pijama ―puse los ojos en blanco―. Y sobre la pizza... ―me quedé pensando.

―Bueno Kate, no importa, déjalo. Supongo que serán cosas de adolescentes ―se acercó y cogió la caja de cartón―. No te vayas a dormir muy tarde que mañana madrugamos.

―¿A dónde vamos? ―pregunté extrañada.

―A buscar a tu prima, al final se han adelantado los planes ―soltó con una sonrisa de oreja a oreja.

―¿Qué dices? Me dijiste que venían el sábado a cenar y el domingo a comer.

―Ya pero tus tíos han plegado hoy de trabajar y han decidido que sería buena idea venir un día antes para aprovechar todo el fin de semana en Barcelona. Recuerda que vienen desde Madrid así que, iremos al aeropuerto hacia las 9.

―Podrían venir por la tarde perfectamente ―suspiré pesadamente.

―Kate no te quejes tanto ―puso los ojos en blanco―. Mira el lado positivo, así puedes pasar más tiempo con tu prima. Tus tíos se quedarán en un hotel y a ella la alojaremos aquí ya que hay una cama de sobras.

―Si tú dices que eso es positivo... pues vale ―respondí bajando la mirada.

―De verdad que no te entiendo. Con lo bien que os lleváis y te pones así ―se acercó a mí y me dio un beso en la frente―. Buenas noches Kate.

―Buenas noches mamá ―salió de la habitación y cerró la puerta.

Me estiré en la cama mirando al techo y Jace salió de debajo de la cama. Ya casi me había olvidado de que seguía allí.

―Supongo que mañana no vendrás a trabajar ―giré la cabeza y lo miré.

―¿Quién ha dicho que voy a trabajar para ti? Ya te dije que pasaba de tu propuesta ―lo fulminé con la mirada ignorando lo que acababa de pasar entre nosotros para ver si él sacaba el tema―. Además creo que mañana voy a estar bastante ocupada ―me puse las manos detrás de la cabeza.

―¿Qué ha hecho tu prima para que te pongas así?

―Nada en concreto. Simplemente es que tiene un carácter especial y pues a veces nos discutimos ―suspiré.

―Bueno, seguro que todo va bien ―me animó sonriendo. Con esa sonrisa tan perfecta que tenía―. Ya es tarde, debería irme ―se dirigió hacia la ventana y la abrió―. Ya nos veremos Kate.

―Hasta pronto Jace ―salió por la ventana y me volvió a mirar. Nos quedamos unos segundos con las miradas cruzadas sin decir nada y yo estaba esperando que volviera y me besara de nuevo. Por desgracia, en vez de eso, cerró la ventana y se fue.

[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora