Nos encontrábamos frente la mesa de Chris, conteniendo la respiración mientras esperábamos una respuesta que fuera satisfactoria. Con la mirada clavada en nuestros ojos y con la mente pendiente de la voz al otro lado de la línea, movió la cabeza de lado a lado indicándonos que las cosas no iban según lo previsto. Colgó el teléfono despidiéndose de manera seca y fijó la atención en la pantalla del ordenador.
—¿Y bien? —preguntó Jace intentando que la contestación de su padre fuera lo más directa posible para aceptar mejor nuestro fracaso. Apreté más fuerte el brazo de Jace intentando descargar la tensión acumulada hasta que por fin Chris volvió dirigirnos la mirada.
—Han aceptado el acuerdo —respondió con una gran sonrisa relajada. No me podía creer que nos hubiera hecho pasar por ese mal trago durante tantos segundos—. Estoy orgulloso de vosotros dos, hacéis un gran equipo.
Salimos del despacho para que su padre siguiera trabajando y nos dirigimos hacia el nuestro. Una vez dentro, asegurándome de que nadie más nos podía ver, me lancé a los brazos de Jace y posé mis labios sobre los suyos demostrándole la felicidad que sentía.
—¡No me puedo creer que sin tener ni idea de lo que estaba haciendo, las cosas hayan salido tan bien! —exclamé antes de volver a saborear sus labios.
—Debes admitir que ha sido gracias a mí, sabes que tengo un gran poder de la convicción —sonrió entre beso y beso. Me aparté de él y lo observé mientras levantaba una ceja. Me volvió a acercar de inmediato y me besó de nuevo, pero esta vez, con más intensidad.
—Eres idiota —solté a milímetros de su boca y noté como la línea de sus labios se curvaba en una dulce sonrisa que me encantaba.
Hacía unos días que habíamos vuelto de París y no sabía muy bien cómo definir la relación que habíamos creado. La noche en que nos acostamos me soltó que me quería y la verdad era que ni él ni yo habíamos vuelto a hablar de ese tema, cosa que agradecía. Por otra parte, tampoco nos habíamos acostado más y la verdad era que aunque hubiera pasado tan poco tiempo, ya tenía ganas de volver a probar su cuerpo.
—Ya me estás imaginando desnudo otra vez... —murmuró sacándome de mis pensamientos. Puse mi cuerpo recto y me dirigí hacia la mesa de trabajo.
—No digas tonterías, estaba pensando en todo lo que tengo que hacer hoy —contesté poniendo los ojos en blanco y seguidamente me centré en el documento de Excel.
—No te lo crees ni tú —se rió de manera sarcástica sabiendo que realmente sí que estaba pensando en él de manera poco apropiada.
Los días fueron pasando poco a poco y entre los exámenes y él trabajo solo podía ver a Jace entre los papeles. A penas podíamos hablar sin que alguien nos llamara la atención y mucho menos podíamos besarnos. Cada cinco minutos entraba el secretario de su tío a informarnos de nuevos movimientos y eso ya me estaba volviendo completamente loca.
Lo peor era que no nos podíamos ver fuera de la oficina ya que en mis ratos libres debía estudiar para poder sacar unas notas medianamente decentes, y además, eso conllevaba a que solo pudiera hablar con Hayden entre clase y clase. Ya no sabía casi nada de su vida y yo solo le había podido contar la aventura en París por encima.
—Te noto tensa —los brazos de Jace se posaron sobre mis hombros y de golpe todo mi cuerpo se calmó. Empezó a hacer movimientos lentos con las manos y después presionó en los puntos más endurecidos que tenía.
—Vaya, no conocía esa faceta tuya —solté casi quedándome sin respiración por lo relajada que me estaba sintiendo.
—Hay muchas cosas que aún no conoces de mí —giró mi silla hasta ponerme cara a cara con él y me retiró un mechón de pelo detrás de mi oreja—. Como por ejemplo, que cada día pienso en empotrarte encima de esa mesa y hacerte disfrutar muchísimo más que en el hotel.
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[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación
RomanceTodo puede cambiar en un efímero instante. Esos momentos que pasan tan rápido y que no ves venir, son los que más acabas recordando. Eso mismo me pasó a mí una mañana corriente que salí a hacer unos recados. Todo parecía ir según lo previsto hasta q...