Capítulo 13.1

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―¿Qué hacemos aquí? ―pregunté intentando reprimir las ganas de matarle.

―Matt nos ha invitado a su fiesta ―contestó con una gran sonrisa en su rostro.

―¿Cómo que NOS ha invitado? ―alcé el tono de voz.

―Sí, me dijo que si podía que contactara contigo para que vinieras.

―O sea, me has dicho de quedar porque Matt te ha pedido que vaya a su fiesta ―estaba a punto de bajar del coche e irme.

―No exactamente. No esperaba que dijeras que sí, ha sido una sorpresa para mí también. ¿Pensabas que iríamos a algún sitio los dos solos? ¿Cómo si fuera cita? ―se rió y fruncí el ceño molesta.

―No, no, para nada ―contesté disimulando―. Pero no me apetece ir a casa de Matt.

―¿Tienes algún problema con él?

Realmente él no me había drogado y en casa de Álex se comportó bien conmigo. No me caía mal pero después de que se me lanzara y de todo el malentendido, las cosas estaban bastante incomodas.

―No, no tengo ningún problema ―puse los ojos en blanco. Salió del coche y yo me quedé dentro de el con los brazos cruzados.

―¿Te vas a quedar ahí toda la noche? ―se acercó a mi puerta y la abrió.

―No, ya salgo ―refunfuñé.

―Te queda bien ese jersey ―me guiñó el ojo y camino hacia la entrada. Su bipolaridad hacía que me confundiera demasiado.

Fui detrás de él y cuando llegamos a la entrada pico al timbre. Nadie contestaba así que lo cogí del brazo y le pedí por favor que nos fuéramos. Me ignoró y siguió picando hasta que finalmente nos abrieron. En ese momento empezamos a escuchar la música súper alta cosa que me extraño porque desde fuera no se oía nada. Supuse que sería porque la casa estaba insonorizada y realmente, con el dinero que debían tener, no me extrañaba. La casa de Álex y la de Jace eran pequeñas en comparación con la de Matt.

―Al final has conseguido traerla ―dijo Matt sonriendo a su amigo. Iba sin camiseta, con el pelo mojado y revuelto y llevaba un cubata en la mano. La verdad es que no me resistí y lo analicé de arriba abajo, no podía negar que estaba muy bueno.

―Es un poco tozuda pero mira, al final ha querido venir ―vio como estaba analizando a Matt y noté su mirada fulminándome por ello.

―Eso no es verdad. Realmente me has hecho el lio, pero bueno ―suspiré y seguí caminando para adentrarme más en la casa. Era lujosa tanto por dentro como por fuera y había mucha gente bailando y bebiendo.

―Ven, te enseñare el resto ―Matt rodeó su brazo por mi espalda y empezó a hacerme un tour por las habitaciones.

―No hace falta que me agarres, se caminar solita ―le espeté apartándole el brazo y siguiendo con paso firme.

―Vale, vale, fiera ―se rió y le di un golpe con el codo―. Auch― se quejó en broma.

Después de haberla visto toda y de haber pillado a unos cuantos "enamorados" en las habitaciones haciendo sus cosas, lo que más me sorprendió no fueron todas las barbaridades que vi encima de las camas, si no la piscina climatizada que tenía. En ese momento entendí porque había tanta gente semidesnuda y mojada.

―¿Hayden y Álex están aquí? ―pregunté curiosa.

―No, creo que han quedado los dos solos ―movió las cejas dándome a entender para que habían quedado.

Qué raro, Hayden saliendo más de una vez con el mismo chico, eso sí que era sorprendente, normalmente los usaba para una noche y si te he desvisto no me acuerdo.

[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora