Había pasado unos cuantos días desde el notición de que Matt se iba a mudar. Por fuentes bastante fiables, Hayden que le había dicho Álex que le había dicho Matt, me había enterado de que se mudaba a Italia. Relativamente no estaba tan lejos como pensaba pero tampoco se iba a vivir al lado de Barcelona.
Me mataba por dentro no poder hacer nada para evitarlo pero en realidad, él lo había querido así. Había rechazado demasiadas veces mi ayuda y yo ya no pensaba irle detrás. Si ese era el cambio que necesitaba para volver a ser feliz, yo no iba a ser la cruel persona que se lo iba a impedir.
Supe también que habían escogido ese destino porque tenían raíces italianas y por lo tanto, parte de la familia vivía ahí e iba a ser más fácil adaptarse al idioma y a la cultura. Además, su madre sabía Italiano por los abuelos de Matt así que eso le daba más razones para auto convencerse de que no sería tan malo ir allí.
—¿Qué tal llevas el examen? —preguntó mi madre acercándose por la espalda mientras miraba el libro de lengua.
—Mejor de lo que pensaba, con suerte sacaré buena nota —le sonreí y me volví a centrar en los apuntes.
—Ya sabes que debes ir pensando que carrera quieres hacer —suspiré y volví a mirarle para prestarle más atención—. Necesitas saber la nota de corte y también cuanto te va a costar la universidad o el grado, que no vamos sobrados de dinero.
Otra vez la misma conversación que habíamos tenido desde primero de bachillerato. No tenía nada claro qué quería hacer, no destacaba en nada en especial y ninguna carrera me gustaba tanto como para malgastar 4 años de mi vida.
Me acordé de la oferta de trabajo de Jace y sumé otro punto a esa propuesta, a parte de la del dinero. Si al final me gustaba trabajar para él, a lo mejor me podía dedicar a gestión y finanzas. No sería una gran pasión ni diversión pero podría viajar y a lo mejor no se me daba tan mal.
—Mamá, antes de que te vayas tengo que comentarte una cosa —se volvió a acercar a mí y me ofreció con la mano continuar con lo que iba a decir—. ¿Te acuerdas cuando fui a cenar a casa de un amigo? Ahora hará un par de semanas o así desde aquello —asintió con la cabeza—. Pues sus padres forman parte de una gran empresa familiar, y me propusieron hacer unas prácticas remuneradas —a mi madre se le abrieron los ojos de par en par y pareció interesarse al momento por lo que estaba diciendo.
—¿Y cómo es eso? —preguntó curiosa—. Eso lo suelen ofrecer a estudiantes de carrera y normalmente es al tercer o cuarto año.
—No sé muy bien porque pero según sus padres, tengo potencial —me encogí de hombros y ella se quedó pensativa.
—Con los estudios y todo, no sé si podrás llevar las dos cosas a la vez, porque tampoco es que saques tan buenas notas como para perder el tiempo en otras cosas.
—No sería perder el tiempo. Ganaría experiencia para mi currículum y también dinero para la universidad, todo son puntos a favor. Además, mi amigo me enseñaría los conocimientos básicos así que tampoco iría tan perdida.
—Antes de nada me gustaría hablar con sus padres, aún eres muy pequeña para decidir tu sola sobre estas cosas —fruncí el ceño y le indiqué que papá ya tenía el número de Chris Brooks.
Tenía casi dieciocho años, ¿qué significaba eso de que era muy pequeña para decidir yo sola? Realmente no tenía ningún tipo de sentido eso que acababa de decir. Aun así lo dejé correr y decidí esperar a que hablara con él. Sabía que el padre de Jace tenía un gran manejo de la palabra así que le resultaría muy fácil convencer a mi madre.
Antes de que llamara, le escribí a Jace que ya les había contado a mis padres sobre las prácticas y que si su padre recibía una llamada de un número desconocido, que probablemente fuera mi madre con mil preguntas respecto a la empresa.
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[Versión desactualizada] | Todo comenzó en esa estación
RomanceTodo puede cambiar en un efímero instante. Esos momentos que pasan tan rápido y que no ves venir, son los que más acabas recordando. Eso mismo me pasó a mí una mañana corriente que salí a hacer unos recados. Todo parecía ir según lo previsto hasta q...