Parte 5
— ¡Tenyemos que salir de aquí, rápido! —exclama Kraslin, entrando agitadamente en la habitación e interrumpiendo la conversación de los «pequeños».
— ¿Qué sucede? —pregunta Kinna, la llamada calamidad andante, sorprendida por el comportamiento de su conocida.
—Me persiguen los compañeros del chico —explica la mujer-gato.
La chiquilla se mantiene en silencio por unos segundos y antes de dar alguna respuesta, su compañera la toma da la mano y la arrastra hacia ella, pretendiendo llevársela consigo. Sin embargo, para sorpresa de la felina, la niña Sofry se resiste.
—Espera, tenemos que llevar a Kaljy con nosotros —dice la «pequeña», mirando con ojos implorantes a la mujer.
— ¿Qué? Nyo hay tiempo para eso.
—Pero... pero...
Kraslin observa fijamente la mirada de la «niña», nunca antes se había comportado así. Usualmente es reservada y sus emociones muy bien controladas, expresando únicamente con sus ojos ciertos cambios de humor. En este momento la chiquilla tiene una mirada triste, una mueca en su boca, el ceño fruncido e incluso rastros de posibles lágrimas.
«¿Hasta dónde llegó a gustarle ese niño?», se pregunta la mujer.
—Está, bien, cargaré conyel chico —dice Kraslin finalmente, resignada.
— ¡Oigan, esperen, ¿mi opinión no cuenta?! —exclama el niño Sofry, todavía amarrado en el suelo.
La chica-gato levanta al pequeño, sin prestar atención a sus palabras, y lo coloca sobre su espalda, llevándoselo consigo.
— ¡No me ignoren!
— ¡Quédate en silencio por un momento!
— ¡Claro que no! ¡Si me están buscando, voy a gritar tan fuerte como pueda para que me encuentren!
—Ah, ¿sí?
La mujer suelta al pequeño brevemente, cayendo él al suelo. Antes de que el niño dijese palabra alguna de protesta, es amordazado, pudiendo únicamente soltar gemidos inentendibles.
—Así estás mejor —se burla Kraslin con una sonrisa.
Al salir del lugar, el niño Sofry reconoce el sector en donde se encontraba cautivo: una caverna adyacente a unas minas abandonadas, ubicadas cerca de la entrada que da a los barrios bajos de la ciudad de Rila.
A lo lejos puede ver a dos siluetas acercarse apresuradamente. Reconociendo a las personas, Kaljy se percata de que son la pareja con la que se iba a encontrar el día anterior. Esa vista le calma y le brinda cierta alegría. Lo habían estado buscando, o al menos querían el objeto antiguo. De la forma que sea, tenía posibilidades de ser rescatado. Aunque no es que se lo estuviese pasando mal con Kinna.
El grupo de captores da media vuelta y se alejan cuanto pueden del Kaevalery y su esposa. Estacas de hielo caen sobre el suelo que pisa Kraslin, un hechizo de ataque que podría ser mortal. Sazguljend estaba enfadada al parecer.
— ¡Suelten a ese niño ahora! —grita furiosa la Shatevalery.
— ¡Lo siento, nyo lo haré! —se burla la chica-gato mientras se esconde entre los arbustos del bosque cercano a la urbe.
Parece que aquella provocación altera aún más a la mujer, quien lanza una serie de hechizos en contra del grupo, evitando darle al niño. La ofensiva parece resultar bien, puesto que la secuestradora ralentiza su andar por estar alerta al próximo movimiento de la chica poseedora de un solo brazo.
ESTÁS LEYENDO
Exhekar Tales II: El Tesoro Ancestral & La Bruja Glotona
FantasíaUn artefacto más antiguo que la historia del mundo. Un grupo de personas curiosas que desean saber sus orígenes. Una bruja que devora todo a su paso. Esta historia habla del viaje de unos aventureros que desentierran los secretos del mundo en el que...