Exhekar Tales II: El Tesoro Ancestral & La Bruja Glotona

Capítulo 4: [Amistades en ciudad Jaskava] (1)

Parte 1

—Y con esto, estamos listos —dice Eomstyll luego de terminar el chequeo para entrar a la ciudad de Jaskava, por la mañana. El transporte en el que vienen ingresa a la ciudad, avanzando lentamente para no toparse con los transeúntes, buscando algún establo en el que ser dejado.

—Nunca he estado en esta ciudad, los que me trajeron a este continente dijeron que me mantuviese en el Sur del reino —comenta Kinna mientras asoma su cabeza por la carreta. Posee una capucha con orejas en su diseño, la que oculta su identidad del resto de personas. Aunque como dice, nunca ha visitado la zona y los habitantes de la ciudad no debieran de reconocerla—. ¿Cómo es?

—Oh, no. Has hecho la pregunta —se lamenta el Kaevalery, colocando una de sus manos sobre su frente, tapando ambos ojos a modo de resignación.

—La ciudad Jaskava es la ciudad más cercana a la capital del reino de Lugarta, ubicada a menos de un día de viaje hacia ella —comienza a narrar Saz—. Fue construida al mismo tiempo que el castillo de la nación. Se dice que era inicialmente un pueblo en donde enviarían a los trabajadores a labrar la tierra y a fortalecer la economía del lugar. Es por eso que en la actualidad es una ciudad famosa por sus recursos y en donde puedes encontrar de todo. Está incluso más abastecida que el castillo de la familia real. Podríamos decir que Jaskava es la ciudad turística de Lugarta por excelencia...

Saz continúa hablando del lugar, pero tanto su esposo como la Sofry se cansan de escucharla y se distraen mirando los alrededores. Por otro lado, el resto del grupo les sigue detrás, conversando también sobre la ciudad y los planes en ella. Tina mira los edificios mientras da brincos para bajar de su montura.

—Entonces, ¿aquí es donde vamos a conseguir provisiones? —La Talavalery se afirma de la madera de una casa y posa frente a los demás—. Se ve como un bonito lugar para descansar. Hasta me podría quedar aquí.

—El bosque de Shaal separa el camino entre Jaskava y la capital, ahí es donde están las ruinas que vamos a investigar —responde Kaljy—. ¿No nos vas a acompañar?

El pequeño Sofry le lanza una mirada burlona a la chica, mientras continúa conduciendo a la bestia de transporte, amenazando a la chica con dejarla atrás. Ella reacciona ante la provocación extendiendo y agitando sus alas, volando hacia él.

— ¡Oye! ¡Sólo era una idea! ¡Por supuesto que los acompaño! Quizás me encuentre con algo interesante que llevarle a mis amigos en el continente Erijofen. Además, de seguro necesitarán a una hermosa chica como yo en caso de que se encuentren con esclavos.

—Sí, sí, como digas.

La Zhana que los acompaña ríe sobre la cabeza del pequeño Sofry ante la conversación de esos dos.

—Qué frío. ¿Quieres que te abrace de nuevo? —La joven mujer se acerca al niño con una fingida mirada lasciva en el rostro.

— ¡No, gracias!

Intentando evitar el contacto visual con la chica alada, el ruborizado Kaljy observa a un grupo de personas corriendo en dirección a la plaza central de la ciudad.

«¿Y eso?»

—Señorita Sazguljend, parece que hay un evento importante hoy —comenta el pequeño a la carreta donde se encuentran los otros.

—Tienes razón, ¿quieres ir a ver, cariño?

Saz mira a su esposo con sumo interés, se nota que quiere saber sobre el evento. El hombre suspira y rasca su calva.

—Primero busquemos un lugar para dejar a los animales. Ya vi cuatro establos completamente llenos. ¿Qué se supone que está pasando?

La carreta pasa por varias calles, unas cuantas se encuentran completamente vacías, para sorpresa de los visitantes. Aquello les genera una mayor curiosidad por lo que sea que encuentren en la plaza central, pero lamentablemente su camino los aleja más y más de ese lugar.