Capítulo 3: [Viaje en el bosque] (4)

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Parte 4


El campamento ha sido reanudado y el grupo ha vuelto a hacer una fogata. La luna muestra su brillo por sobre el oscuro cielo de la noche, velando por los niños, quienes duermen plácidamente en sus respectivas tiendas. Sazguljend, Tina y Kraslin están de turno de vigilancia. La Zhana disfruta del calor del fuego mientras está sentada sobre la cabeza de la Shatevalery. Las chicas pertenecientes a los tres subgrupos conversan alegremente para mantenerse despiertas.

—Por cierto, ¿qué estabas haciendo para que te persiguieran? —pregunta Saz a la personilla alada, tomándola por sorpresa.

—Unas compañeras le comentaron a Frauen que la Diosa necesitaba un poco de veneno paralizante, por lo que Frauen vino a este continente a buscar a los monstruos que sacan eso por la boca.

—La... ¿Diosa? —pregunta Tina, recordando que había dejado pasar esas palabras un tiempo atrás, debido a las circunstancias.

—Sí, la diosa de Frauen y sus compañeras, la creadora de las Zhanas.

— ¿Para qué querría veneno de Aspa(rr)ma una diosa? —consulta la Shatevalery. La verdad es que ya el hecho de que una «Diosa» les hablara a los seres terrenales era algo difícil de creer. Existen sacerdotes que cuanto mucho son capaces de tener visiones que interpretan como mensajes de los divinos, pero nunca palabras concretas.

—A Frauen le dijeron que era para atrapar a alguien malvado.

El grupo se mira entre sí con escepticismo.

«La creadora de las Zhanas... ¿Quizás esté relacionado con la forma en la que nacen?»

Sazguljend se mantiene pensativa por varios minutos. Mientras tanto, Tina comienza a molestar a Kraslin, entreteniendo a la personilla alada a la vez.

—Tengo una duda, pequeña —dice Saz luego de salir de sus pensamientos. Las tres chicas se quedan mirándola con curiosidad por el repentino cambio.

—Frauen tiene nombre —refuta la Zhana, frunciendo el ceño, pero es ignorada por la Shatevalery.

— ¿De casualidad viste si alguien estaba guiando a los Aspa(rr)ma?

— ¿No...? Creo que no. Al menos Frauen no vio a nadie así. ¿Por qué preguntas?

—Es raro ver a un grupo tan grande de esas bestias. Las manadas no superan los veinte Aspa(rr)ma y aquí hubo más de cien.

—Frauen lo siente, pero no puede responder a eso. El grupo ya era así de grande cuando Frauen los vio.

—Entiendo...

—Te veo muy interesada en el tema, Sazy —comenta Tina, atenta a la conversación sólo porque se aburrió de jugar con unas ramas de árbol que estaban en el suelo.

— ¿Sazy? Preferiría que me trataras con más respeto —se queja Sazguljend, pero es ignorada.

— ¿Qué te preocupa?

Saz suspira y Kraslin ríe. La Zhana se posa sobre la cabeza de la chica-gato para jugar con ella, ya que no le llaman la atención las preocupaciones de una mujer que conoció hace pocas horas.

—Como no es normal ver a un grupo tan grande, estábamos pensando con mi esposo que alguien podría estar guiándolos —explica Saz. Su rostro se mantiene serio, preocupada por algo desconocido.

— ¿Algo como un domador de monstruos? —consulta la Talavalery en un tono bromista, ignorando la importancia del asunto.

—Si no había alguien así, entonces tal vez estaban escapando de algo.

Exhekar Tales II: El Tesoro Ancestral & La Bruja GlotonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora