IX

317 49 1
                                    

—Te gusta el profesor ¿verdad? — insiste Historia por quinta vez mientras picotea la pasta fundida en queso que ha ordenado en el lugar donde ha invitado a comer a Eren hoy.

—N-no — para finales del primer mes como profesor practicante la pregunta comenzó a cambiar. Aquella pregunta que comenzó como un juego inocente fue tomando fuerza a la par que comenzó a provocar en Eren incomodidad y sonrojos.

—Eres muy obvia — canturrea Historia, dejando en paz la pasta en pros de tomar un poco de su limonada, mirando a Eren con el tipo de mirada traviesa que dan las niñas pícaras que encantan molestar personas y verlas en aprietos.

—Entonces no preguntes — reprocha Eren volviendo su mirada a su hamburguesa con papas dispuesta a terminar sus alimentos antes de que se les fuera la tarde en ello. Historia vuelve a sonreír esta vez alargando su mano sobre la mesa para tomar la de Eren. — ¿Qué?

—Solo quedan tres semanas antes de que se marche, si no te apresuras no tendrás oportunidad — Eren se sonroja salvajemente —. Eres muy bonita, mucho mejor que todas esas niñas que van tras él, y tus sentimientos, puedo jurar, son sinceros en su totalidad. Tienes que hacer algo, algo por lo cual él pueda recordarte después de marcharse. — El sonrojo pronto es reemplazado por una carente esperanza. Por preocupación.

—¿Realmente lo crees?

—Estoy segura.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora