XXIX

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La familia de Mikasa siempre celebra nochebuena con una fiesta ofrecida a amigos y familiares, alguna especie de tradición que surgió a causa de un viejo amigo de su tío.

"El amigo de mi tío era lo suficientemente amable como para sugerir tal fiesta. Mi tío, con la adoración que tuvo hacía él, terminó por ceder, y bueno, ya ves, ahora es imprescindible"

Es la primera vez que Mikasa invitará a alguien, Eren, a pesar de sus palabras anteriores, no tenía la intención de faltar sabiendo eso. Pero eso no evita que su corazón lata fuerte contra sus costillas como si estuviera a punto de escapar, o terminando un maratón, ante la perspectiva de volver a ver a Levi, a quien no ha visto los últimos años. Con sus 17 años floreciendo, Eren se pregunta si él la mirará distinta, por favor ya no como una niña.

—Llegamos — Armin estaciona el auto y baja ordenándole a Eren no bajar hasta que él le ayude. —Déjame ser el caballero esta noche al menos — bromea, haciendo alusión a todas esas veces en que Eren le rescató de los bravucones en el pasado.

Eren sonríe, un poco menos nerviosa. Se aferra con fuerza a la mano de Armin cuando baja del auto y caminan hacia la casa a través del elegante jardín podado.

Inhala y exhala. El sutil sonrojo en sus mejillas es un elemento extra.

La puerta se abre.

Y los engranajes de los sentimientos que se quedaron estancados en su corazón vuelven a funcionar dejándolos fluir.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora