LXXVII

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Mas tarde esa noche, cuando ambos están recluidos en su propia habitación, ella le sorprende con otra pregunta.

—¿Por qué te tomó tanto tiempo?

—¿De qué estás hablando?

—Bueno, mi madre y Armin estaban haciendo todo tipo de preguntas extrañas. Mamá en realidad me preguntó si estaba embarazada y Mikasa un día llegó y preguntó si ya habías hecho la pregunta. — Eren sonríe ante el ceño fruncido de su prometido —. No fue muy complicado suponerlo.

—¿Lo sabias?

Eren amplia su sonrisa ante la mirada pasmada de Levi.

Incluso si su madre y sus amigos no hubiesen mencionado nada antes, había visto inadvertidamente la pequeña caja de terciopelo un día mientras limpiaba el despacho de Levi. Por el tamaño y estilo no fue muy complicado imaginar lo que habría dentro, no obstante cuando estaba por confirmarlo escuchó la puerta de entrada abrirse e inmediatamente salió de ahí sin ver el interior de la caja. Más tarde esa noche, cuando se había calmado lo suficiente para pensar en ello, todas las otras pistas hicieron clic. Eren había estado nerviosa y excitada pensando en ello, incapaz de dormir. No se habría negado si Levi hubiese preguntado en ese momento, pero al menos le dio tiempo para reflexionar y adaptarse a la idea de estar comprometida y eventualmente casada con Levi.

Añadido a eso, estaba el hecho de que Levi no había sido el mismo los últimos días. Todo estaba bien cuando hablaban de su día o durante la intimidad, pero cuando todo estaba tranquilo, Eren había sorprendido a Levi mirándola fijamente con una extraña luz en sus ojos.

Y cuando el día de ayer Levi le había sugerido lo de ir a cenar pero en lugar de irse juntos como normalmente lo harían, debían encontrarse allá, Eren supo que algo estaba pasando. Había estado tan nerviosa y entusiasmada con la idea que se había descuidado por completo cuando estaban cambiando las cortinas de una exhibición, que terminó por caer y lesionarse el tobillo. Cuando después de todo el ajetreo de su tobillo Levi decidió cancelar la cena romántica que había planeado para ellos, Eren realmente creyó que acaba de echar a perder la oportunidad y se consoló pensando que tal vez Levi buscaría alguna otra forma de decirlo, o que lo intentaría una vez más cuando su tobillo sanara. ¡Pero no pensó que lo haría mientras miraban televisión vestidos con pijamadas! con todo lo meticuloso que suele ser Levi; tampoco había esperado ver toda esa multitud de expresiones y emociones cruzando el rostro de él. Había sido tan entrañable. Incluso hubo un ligero temblor cuando colocó el anillo en el dedo de Eren, y una vergüenza notoria cuando la realización de sus palabras le golpeó. Eren no había podido evitar burlarse un poco de él. No obstante abusar de ese beneficio tampoco es bueno. Tal vez en una docena de años, cuando tengan hijos y Levi no se enfadé con ella por hacerlo, será una historia divertida de contar.

A pesar de ello, aunque lo supo todo el tiempo, la anticipación resulta insulsa en comparación con lo feliz que realmente se sintió cuando Levi se le propuso.

Sonriéndose a sí misma, mientras ve la mirada conmocionada de Levi sobre ella, Eren cree que no viene mal molestar a su prometido (maldición, adora el término) un poco más.

—Aún así fue bastante lindo y sorprendente, me emocioné cuando me llamaste "mi amor" — ella besa sus labios —. Deberías hacerlo más a menudo, cariño.

Levi la mira fijamente mientras ella sale a pasos lentos de la habitación con la ayuda de su muleta, mirando el anillo en su mano con adoración.

Su anillo.

Esa hermosa chica en realidad ha dicho que sí.

Tan sumergido está en el hecho de que están comprometidos que le toma un tiempo darse cuenta de cómo le ha llamado Eren y porque ha salido de la habitación.

—¡Oi' Eren! Será mejor que vuelvas aquí.

—¡No, a menos que vengas por mi!

—¡Tu pequeña mocosa...! — Levi se pone de pie, totalmente dispuesto a retarla a llamarle cariño una vez más, ahí, en la calidez de su habitación.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora