En la ausencia de luz, prometo mantener el calor

CX

Cuando Eren vuelve a casa, se sorprende de encontrar el lugar en completo silencio. Ella se marchó hace como una hora para comprar más suministros para la fiesta de tres años de Camelia. Normalmente uno es capaz de escuchar su risa o la televisión encendida, pero nada de eso está sucediendo. Y el auto de Levi sigue aquí, y no parece que se hayan marchado. Después de dejar las compras y guardar los productos fríos, echa un vistazo al patio trasero para asegurarse de que no está afuera. Ella podría llamarle, pero no está segura de si se ha quedado dormida y en caso de que lo esté no quiere despertarla.

Pensando que probablemente esté arriba, ella sube las escaleras. Abriendo la puerta de su habitación lentamente su corazón se desploma cuando ve a su hija sollozando y acurrucada en las mantas.

—¿Qué está mal, Cam? — su hija se sobresalta un poco, limpiando sus lágrimas inmediatamente antes de darse cuenta que es ella.

—Mami... — su pequeña corre hacia ella con los ojos rojos de lágrimas. Eren se arrodilla y la recibe con un abrazo frotando suavemente su espalda. Sus palabras se rompen en sollozos y cacofonía cuando su pequeña intenta hablar.

—Pa-papi... papi dice que no hay fiesta de cumpleaños.

—¿Por qué?

—Y-yo... colores... y los papeles de papá — y ella rompe a llorar de nuevo. Sin palabras adicionales, Eren probablemente puede adivinar lo que ha sucedido. Había advertido antes a su pequeña de casi tres años que no jugará en el despacho de su padre antes, pero Camelia probablemente había decidido que hacerlo una vez no sería tan malo.

—¿Los rayaste?

—Mmm — recibe un asentimiento de lágrimas y sollozos.

Eren suspira, sabiendo lo apegada que suele ser Camelia a su esposo, no es de extrañar que sienta que el mundo se le ha acabado si Levi le ha regañado.

—Iré a hablar con tu papá sobre la fiesta de cumpleaños, pero tú tienes que disculparte con él por dibujar en sus papeles. ¿De acuerdo?

—Sí.

—Y ya no juegues en el despacho de papá, la próxima vez si haces algo así también me enfadaré.

Después de hablar con y tranquilizar a su hija, Eren baja las escaleras para encontrar a su esposo. No hay dudas en su mente de que él se ha recluido en su despacho. Eren entiende que para Levi adaptarse al papel de padre puede resultar más difícil que para ella; tratar con la pequeña Camelia es distinto de cuando era una bebé que no podía hablar y caminar, ahora que todo le causa curiosidad.

Ella entra al despacho sin tocar.

—Adivina lo que encontré cuando volví a casa, Levi.

—¿Qué? — la respuesta es aguda, puntiaguda y definitivamente irritada cuando Levi levanta la vista.

—A la pequeña Camelia llorando y diciendo que ya no habrá fiesta de cumpleaños. ¿Te importa decime por qué? — sin inmutarse por el tono cáustico de su voz Eren se acerca a su esposo.

—Ella jodidamente arruino mi trabajo.

—Levi ... — Amasando los hombros de Levi por detrás, Eren puede sentir la tensión lentamente comenzando a desaparecer. Suspira, sabiendo cuán importantes debieron ser esos papeles para hacerlo enfadar con la pequeña Camelia, a quien adora con locura. —Apenas cumplirá tres. Fue un accidente.

—Eran las evaluaciones, Eren, ahora tengo que empezar de nuevo.

—Y tú eras el que se suponía que debía cuidarla.

—¿Cómo diablos se suponía que supiera que llegaría a la parte superior del escritorio?

—Levi... — dado el tono de advertencia en su voz, Levi sabe que Eren no cederá en este tema en particular.

Y él no está dispuesto a pelear con ella. Además puede que haya exagerado un poco con su castigo. Eren tiene razón después de todo, era su responsabilidad cuidar de Camelia. Y Camelia había estado tan emocionada por esa fiesta durante semanas que él sinceramente no quiere cargar el sentimiento de culpa que tendrá por quitársela.

—Bien puede tener su fiesta de mierda — sin embargo eso no significa que puede salir sin castigo —. Pero todavía se queda sin televisión.

—¿Por qué no le dices eso a Cam? — Hay una sonrisa suave y adoradora cuando Eren lo besa suavemente en la mejilla. Levi gruñe su asentimiento, todavía no completamente convencido del asunto. Pero no hay nada que pueda hacer al respecto. Y no quiere ser un villano. Por mucho que odie la idea de que se celebre una fiesta de cumpleaños en su casa también quiere ver feliz a su hija.

No pasa mucho tiempo cuando Eren vuelve con su hija en brazos, la pequeña tiene sus ojos abatidos y él puede ver la inquietud cuando Eren la baja y le incita a acercarse a Levi.

—Papi, lo siento por dibujar en tus papales... — Levi ve en los pequeños ojos que siempre le miran soñadoramente, por primera vez el miedo que suele infundir a otros, y odia por completo el sentimiento de que sea su propio hija quien le ve así.

—Camelia... — Levi comienza, sin saber cuál es la mejor manera de decir lo que va a decir. Mirando hacia arriba, ve a Eren lanzarle una mirada alentadora, como si le dijera exactamente qué decir para rectificar la situación. —... disculpa aceptada. Puede que haya sido demasiado duro contigo por jugar en mi despacho. Es decir, aún no hay tiempo de televisión para ti, pero podemos tener tu fiesta de cumpleaños. ¿Eso suena justo?

No está seguro de si su hija lo entiende, pero eso es lo más lejos que está dispuesto a conceder, dada su mentalidad actual. Su hija ve a su madre una vez antes de volver a mirar a Levi y luego correr hacia él y abrazarle las piernas con fuerza.

Tal vez no se trata de la fiesta, se dice Levi, sino de lo enfadado que estaba con ella.

—¿Ves? Te dije que papá aún te ama. Ahora tengo algo que decirle, por qué no vas y juegas en tu habitación.

Camelia parece renuente al separarse de Levi pero asiente y se marcha de todas formas

—Ahora eso no fue tan difícil ¿verdad, cariño?

—Tch, ¿Cómo diablos se supone que termine todo para mañana? — hay un profundo suspiro cuando Levi se echa hacia atrás, su cara se ve más cansada de lo normal.

—Deja de ser tan gruñón. Podrás hacerlo, amor — Eren se acerca a su esposo una vez más y se encuentra tirada en su regazo. —No estás solo en esto, Levi. Podrías pensar que estás siendo duro con ella, pero Cam sabe que la amas. Y yo también lo sé.