XCV

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Varios meses después, justo un mes después de su primer aniversario como matrimonio, Mikasa se acerca a ellos durante la cena, anunciando qué hay algo importante que tiene que decir.

—Voy a casarme — declara, sin inmutarse, sin vacilación. Eren contiene el aliento y mira, como primer instinto, a su esposo sentado a su lado —, con Armin.

Eren aprieta los labios en una pequeña línea para reprimir la sonrisa que le provoca escucharlo. No dice nada en espera de que sea Levi quien hable primero, pero, como si el té negro que ha estado tomando hasta hace un minuto le hubiese quitado la voz, se queda en un silencio absoluto.

—Umm... eso es... ¿inesperado? — Eren dice, todavía indecisa sobre cuáles son las palabras que podrían enfadar menos a ambos.

—Sí, lo sé, pero creo que estaremos bien, que podremos con ello.

—¿Y lo han pensado bien? — es Levi quien habla, su voz más gruesa de lo normal.

—Por supuesto, no te lo diría si no fuese así.

—La vida en pareja no es fácil, Mikasa. Eren y yo tuvimos la ventaja de vivir juntos antes de casarnos, y cinco años de relación antes de decidirlo.

—Sí, lo sé, pero no es un hecho establecido que tiene que ser así para que esto funcione.

Eren ve, bajo la mesa los puños apretados de Levi, y en el rostro de Mikasa una mirada inescrutable y una pose defensiva que no deja lugar a cuestiones sin razonamiento.

—¡Felicidades! — dice, antes de que la tensión en el lugar se vuelva algo difícil de soportar.

Mikasa gira a verla con una pequeña sonrisa en su rostro, de agradecimiento, a Eren le recuerda esa pequeña primer sonrisa que le vio dirigirle.

Levi cierra los ojos, condescendiente. Reprime un suspiro antes de volver su mirada a su hermana.

—Si es algo que has decidido, no voy a oponerme a ello — declara, y sin más se levanta de la mesa y se marcha hacia su despacho, sin haber tocado del todo la cena.

Eren sonríe, incomoda y en disculpa. —No es que no quiera, o que no esté feliz por ti, porque seguro que lo está. Sólo que es difícil para él; eres su hermana menor después de todo.

Mikasa sonríe, una sonrisa mucho más amplia de la que ha dado antes. —Lo sé, es el tipo de reacción que esperaba. Él siempre fue demasiado sobreprotector conmigo. Armin hablará con él en cualquier caso.

—Me muero de curiosidad por saber cómo saldrá eso.

Mikasa la mira con diversión reprimida. —Y yo también.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora