LXXI

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Aunque ha estado quedándose en el departamento de Levi y Eren los últimos días, Mikasa no espera en lo absoluto ver a su hermano ahí tan temprano en el día, sentado en la mesa, esperándole. Y la única razón en la que ella puede pensar para que sea él quien le busca, es Eren.

—¿Qué es lo que quieres? — ella le mira con cautela.

—Hablar contigo.

—Entonces habla.

El hecho de que Levi ha estado distraído últimamente, no es algo que Mikasa pase por alto, aún menos cuando probablemente ella es la única persona aparte de Eren que conoce mejor a Levi. Y que ella sepa, solo hay una persona capaz de lograr eso en su hermano: de nuevo Eren. No es que Mikasa pueda decir ser una experta en la relación de estos dos (aún menos cuando acaba de reintegrarse a sus vidas), pero conoce a su hermano y puede ver lo profundamente enamorado que está de Eren.

—Estoy pensando en pedirle a Eren que se case conmigo — y ahí está. Mikasa toma lugar en la silla frente a él con una sonrisa que no deja que Levi vea. Ella lo supuso, en algún momento se había imaginado que esto sucedería. Mikasa entiende, sin que Levi le diga, que ha decidido hablar con ella por todos esos años en que él le cuidó como si fuese un padre, y porque no quiere tomar una decisión que a ella pueda afectarle. Pero no encuentra en sí misma algún motivo para oponerse, aún menos cuando Eren siempre ha estado ahí para ella.

Añadido a ello está el hecho de que cada que vez que Eren anda cerca, Levi es una persona diferente. Aunque solo cuando se trata de Eren. Porque el lado burdo de su personalidad sigue ahí y en ocasiones ha visto maldecir o golpear suavemente a Eren cuando ella dice o hace algo que le avergüenza o no le agrada.

—No tengo un problema con ello — ella le dice —. En cambio tú sí que pareces tenerlos. ¿Me lo dirás?

—¿Qué pasa si ella es demasiado joven para pensar en el matrimonio...?

—Levi — Mikasa habla con firmeza —, incluso un ciego es capaz de ver cuánto te adora Eren. Están tan enamorados que me sorprendí de volver y no verlos casados.

Mikasa piensa, por un segundo, mientras le ve todo suave y emocional, que Levi luce como si estuviera en la escuela primaria teniendo su primer enamoramiento. Aunque la última parte no es errónea.

—Pero ella es una década más joven que yo... y... — Levi se detiene. Mikasa echa un vistazo rápido a las paredes del departamento donde Eren se ha dedicado a colgar todo tipo de fotografías de ellos, con un pequeño resumen sobre lo que estaban haciendo en el momento.

—Eren te ama ¿por qué no querría casarse contigo? — Mikasa le dice cuando vuelve a enfrentarlo.

—Apenas será un año desde que se graduó... Yo ni siquiera pensaba en el matrimonio a su edad.

—Bueno, claramente tú y ella son diferentes, pero si realmente te preocupa eso de la edad, siempre pueden optar por un compromiso largo.

—... Supongo.

Levi puede pensar que no hay algo seguro, pero por las miradas de ensueño que Eren tiene cuando habla de Levi y la suavidad igualmente afectuosa en la expresión de Levi, ella sabe que están hechos uno para el otro.

—Y entonces... ¿quieres que te aconseje sobre un anillo? — Mikasa bromea.

—Ya tengo un anillo.

Eso es inesperado.

—Oh, de verdad, ¿y cuándo se lo dirás entonces?

—Quiero hablarlo con sus padres primero.

—Bien.

Mikasa entiende lo difícil que es para cualquiera encontrar la pareja perfecta, y se alegra sinceramente de que su hermano haya encontrado precisamente eso. Eren Jaeger tiene la combinación correcta de entusiasmo infantil y madurez para complementar la naturaleza de Levi. Es claro como el día para ella, incluso si un extraño tiene dificultades para verlo, cómo de loco está su hermano por Eren.

—Estoy feliz por ustedes — ella dice con un asentimiento. A pesar de no dejar que él lo vea en su rostro, ella está realmente súper-feliz por su hermano.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora