XVI

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—Eren, sobre la última vez...

—Vete.

—No tenía la intención de decir eso, solo me deje llevar por la irritación y...

—Eren te ha dicho que te fueras — Armin irrumpe, colocándose entre su amiga y el chico de la otra clase. Aunque Eren no le ha contando nada sobre porque este chico le busca pidiendo disculpas, Armin no necesita razones para defenderla.

Eren, avanzando tan deprisa como su tobillo herido se lo permite, continúa ignorándole.

—Dame una oportunidad, no le he dicho a nadie sobre aquello. Déjame ser tu amigo.

Eren se detiene y le mira con un rostro inundado en irritación, pronto, altiva, ella le mira de pies a cabeza, como considerando si debería confiar en él o no.

—Tal vez deberías volver después — Armin intenta una siguiente vez, Eren sin embargo coloca gentilmente su mano entre la de Armin para hacerle saber silenciosamente que está bien.

—El sábado, a las cinco de la tarde, bajo el reloj en el centro de la ciudad.

Y luego ella continúa su camino.

Armin, sin comprender, iguala los pasos de Eren y le mira dudoso esperando respuestas. Eren le explica pacientemente todo, desde el flechazo con su profesor, hasta el día en que Farlan descubrió tal secreto.

Al principio Armin no sabe que decir, no habiendo imaginado algo como eso. Es extraño, pero no cree que sea imposible. Todos en algún momento nos hemos enamorado de un alguien fuera de nuestro alcance, incluso él.

Recuerda haber dicho que apoyaría a Eren siempre, también en esto. Así que toma su mano y le dice, dulcemente, que de lo mejor.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora