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—Dime, Levi— Eren susurra después de guardar su teléfono en su bolso de mano.

—¿Qué?

—¿Qué piensas realmente de Armin?

—¿Armin? — Levi la mira, fijamente, antes de pellizcar su nariz y tirar de ella no con demasiada brusquedad. —. No deberías estar pensando en otro hombre cuanto estás conmigo.

Ella se ríe, mientras le ve alejarse. Trota los pasos que se han separado y se coloca a su lado, entrelazando sus dedos. —¿Siempre vas a ser así de lindo en el futuro? — apoya gentilmente su cabeza contra la de su esposo mientras continúan caminando. Hay una curiosa burla en su voz, la misma que ella sabe, Levi es débil. En su último día, antes de volver a casa, deciden pasar la tarde caminando por las tiendas cercanas en la playa, mano a mano, donde Eren le compra una colorida camisa a Levi, que en realidad usa, bajo la promesa de no decírselo a nadie (promesa hecha justo después de que ella tomara algunas fotos y las publicara para que las vieran sus amigos, así que no tiene por qué sentirse culpable o traicionera). —Me gusta — añade.

—Quien sabe.

La respuesta es monótona y sale más como un gruñido, pero Eren sonríe ante la pequeña concesión. Levi no lo ha dicho de manera directa, pero Eren entiende que para Levi es demasiado extraño conceder tal cosa. Lo que hace que Levi sea en realidad adorable, al ser amable solo con ella.

Sin soltar sus manos, Eren se apoya en el cuerpo de Levi mientras caminan, observando el brillo rojo anaranjado sobre las aguas brillantes. Caminan en silencio, disfrutando de los sonidos de la naturaleza y la compañía mutua. Se escucha el suave sonido de la marea vespertina rompiendo contra sus pies y por encima de ellos, las gaviotas llorando mientras vuelan hacia la distancia.

Desde lo lejos, uno puede distinguir fácilmente a la pareja mientras caminan por la playa. Pero es difícil ver dónde termina uno y dónde empieza el otro. Sus figuras siendo silueteadas por la bola naranja de fuego, y está claro que están absolutamente enamorados por lo cerca que caminan.

En la ausencia de luz, prometo mantener  el calorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora