Capitulo 4

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Chris

Ver su cara de decepción me hizo sentir peor de lo que ya me sentía al no decirle la verdad sobre mí y darle una excusa patética sobre no poder ir con ella, podía ver en sus ojos que estaba triste y ojalá pudiera hacer algo para que ya no se sintiera así. Maldigo al novio que tiene y me maldigo a mí.

—Ni modos me toca ir sola.

Trataba de disimular su decepción con una sonrisa.
Volteo a ver al muchacho que empezó a tocar una canción que no reconocí.

—Me gusta esa canción.

Y a mí me encanta cuando las pequeñas cosas la ponen alegre.

— ¿Qué canción es?
— The night we met, deberías escucharla.

El muchacho terminó de tocar y ella le aplaudió, él le sonrió de vuelta el sentimiento que tuve ante ese gesto no me gustó.

— toca muy bien, siempre quise aprender a tocar guitarra y piano.
— Yo toco el piano.
— ¿En serio? Eso es genial algún día podrías enseñarme.
— Cuando quieras.

No me gustaba no poder decirle la verdad, pero la parte insegura de mí siempre se preguntaba si me trataría igual al contarle todo.

— Hace unos años navegando por YouTube encontré un grupo británico y van a dar un concierto.
— ¿Qué grupo?
— 1975.

No los conozco, pero no le diré eso, en la noche tengo que buscarlos. En cuanto a saber de bandas y artistas doy un asco y más si son nuevos.

—me gustaría poder ir, pero a Álex no le gusta ir a conciertos y cuando una vez me acompañó no dejaba de decirme que me calmara.
— ¡qué idiota!

Debí haber pensado en voz alta. Diablos. Ella me miró sonriente.

— Digo... — trataba de buscar una excusa, ese vocabulario no es digno de mí y si mi madre me hubiera escuchado ya no tuviera cabeza.
— No hay problema, todos llegamos hacer idiotas alguna vez.

Dímelo a mi.

— Lo que quiero decir es que a mí me gusta verte alegrarte por pequeñas cosas que a los demás se le pueden hacer insignificantes.

<< ¿Qué acabo de decir?>>

Estar con ella no me hace pensar con claridad.

Ella me miró y parpadeó varias veces sin saber que decir y no la culpo técnicamente le acabo de decir que estoy enamorado de ella.

No sé si había hecho algo bien que la madre naturaleza me ayudó, empezó a caer una lluvia torrencial. Las pocas personas que se encontraban en esta parte del parque salieron corriendo en busca de un refugio de la lluvia, incluido nosotros; yo conocía el parque, así que la tomé de la mano ignorando el sentimiento que me provoco eso y nos metimos en la pequeña casita de juegos lo que hacía que entre nosotros no quedará mucho espacio, ella estaba mojada de pies a cabeza al igual que yo, ella empezó a respirar profundo para recuperarse de la corrida, ella me miró y le quite los cabellos mojados que tenía en su rostro.
Y no podía evitarlo porque incluso así toda mojada se veía hermosa, a corte la distancia entre nosotros con beso.
Su aliento era cálido y hacía contraste con sus labios fríos, la acerque más a mí, quería sentirla más, ella puso fin al beso.

— Yo... — negó con la cabeza — Chris...
— No digas nada.

No soportaba la idea que lo mencionara, no en este momento.

Pegue mi frente con la suya, quería besarla de nuevo, pero sería arriesgar todo lo que tenemos y ahora que la he besado no quiero perderla.

— me he enamorado de ti — me atreví a decir.
— Chris — podía verla debatiéndose, pero sabía que sentía algo por mí de lo contrario no hubiera seguido mi beso — no sé qué decir en estos momentos.
— No lo hagas.

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