Capitulo 26

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Amelia

El sonido del teléfono no me dejaba dormir.

¡Maldita sea que alguien calle ese teléfono!

Recobré el sentido y la conciencia, abrí los ojos de golpe, lo cual no fue buena idea porque la pequeña luz que se filtraba por la cortina me lastimó, me dolía mi cabeza a morir, volví a cerrarlos, el teléfono volvió a sonar ese maldito sonido.

¿Estaba desnuda? ¿Por qué estaba desnuda?

¡Diablos!

Me levanté de golpe.

¡Dios no!

¿Qué mierda hice?

Me dolía la cabeza en tratar de recordar las cosas, pero era imposible, Daniel se levantó de golpe.

— ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? — dijo aún con sueño, me miró y casi se cae de la cama, me tape con la sábana para que no me vea, aunque eso ya no importaba.
— La hemos cagado — dije molesta.

Se llevó las manos al cabello desesperado.

— Puedes apagar tu maldito teléfono — dije irritada.

¿Cómo pude hacer eso?

Él se levantó dejando al descubierto su trasero, pegue un gritó.

— ¿¡puedes cubrirte!? — le aventé una almohada y me tapé los ojos.
— Lo siento, lo siento... Ya.
Abrí los ojos, tenía una sábana que la sostenía con una mano y con otra buscaba su celular, lo encontró fue como si hubiera buscado un tesoro, se llevó el teléfono al oído.
— Bueno — su cara se transformó — Me he quedado con Scott, lamento no haberte avisado.

Me levanté para buscar mi ropa y vestirme, pero la sábana me hizo tropezar y caí haciendo un poco de ruido.

— No es nada es el perro de Scott — hubo un silencio — ¡Si! Un perro, Charly tengo que colgar nos vemos al rato.

Él me ayudó a levantarme, estaba muerta de la vergüenza, entre rápido al baño o al menos lo más rápido que podía, me vestí con mis dedos trate de poner mi cabello en orden y puse un poco de pasta de dientes que busque me enjuague la boca, di un último suspiro y salí, Daniel se encontraba revisando su teléfono enviando mensajes, se levantó cuando me vio.

— No digas nada — dije antes de que hablara — Esto fue un gran error, no debió de pasar — dije molesta.
— Amelia estaba borracho, muy borracho, lo siento en serio.

Sé que también estaba sufriendo igual que yo y no era justo que le echara la culpa de todo a él y aunque no recuerde nada en este momento...

— Los dos lo estábamos no es solo tu culpa.

Me senté a su lado.

— Yo quiero a mi hermano, soy un mal hermano me acosté con la mujer que ama.
— Christopher no me ama digo Charles.
Él me miró.
— Claro que te ama solo que... Se complicó.
— No quiero hablar de Chris, por favor.
— Soy el peor hermano.

Me sentía mal había hecho que Daniel traicione a su hermano que por lo que me acuerdo lo admira mucho.

— Me va a odiar — se llevó las manos a la cara.
— Daniel, no tiene por qué saberlo, si tú no dices nada yo no lo haré, ni siquiera quiero verlo.

Me miró y le sonreí desganada, no sabía a qué nos llevaría todo eso con Chris ya había terminado, me lastimó mucho.

— ¿Es un trato? — le dije extendiendo mi mano y él la tomo.
La habíamos cagado eso era seguro, pero no habrá problemas si ninguno de los dos dice nada no habrá daños y por más que no quiera saber de Chris no quiero lastimarlo, aunque me duela aún lo amo y me importa, aunque diga lo contrario.
— ¿Deberíamos cortarnos o algo así?
— ¿Qué? No nada de eso.

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