Capítulo 28

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Amelia

No podía creer que Chris estuviera aquí con su hermosa prometida.

— no me siento bien Drew — le dije a Drew por lo bajo para que Trevor no me escuchará.
— ¿Qué pasa? — quise levantarme antes que ellos llegarán, pero Drew me detuvo — son el príncipe y la duquesa.
— Yo...
— ¡Hola! — saludo Daniel a Trevor de puño, ya era tarde tenía que saludar, Daniel hizo lo mismo con Drew y conmigo fue con la mano muy formal.
— Ellos son mi hermana y mi próximo cuñado oficial — dijo Scott.
La duquesa le extendió la mano a Drew y a mí.
— Soy Ella, mucho gusto — nos sonrió con sus perfectos dientes.
— Mucho gusto — dijimos al mismo tiempo, Drew optó por ser informal como si no importará títulos le dio la mano y yo también.
— ellos son Drew y Amelia.
Chris le extendió la mano a Drew para saludarlo y después a mí, obviamente no nos conocíamos para nada ante los ojos de todos.

Pensé que mi ciudad era chica y casi todo el que vivía se conocía, pero retiro lo dicho, tengo tan mala suerte que vine a "conocer" a la persona que me ha roto el corazón, que amo con su prometida, para acabar la persona con la que me he acostado anoche es su hermano, solo esas cosas me pasan a mí ¿Por qué Diosito?

— Te desapareciste ayer — dijo Scott dirigiéndose a mí, Drew me dio un codazo para qué reaccionará
Enfrente de mí tenía a Chris y Ella, a lado de mí se había sentado Daniel para acabar de rematar.
— Tenía sueño y me fui a mi departamento.
— ¿Tú sola? — dijo Scott con una sonrisa.
— Si, yo sola.
No me había caído bien Scott, se me hacía una persona muy pedante y pensaba que era gracioso cuando no lo era.
— Me puedes traer un brandy — pidió Scott de mala manera al mesero que había traído nuestras bebidas, pedidas minutos antes que ellos llegarán.
— Que sean dos por favor — dijo Daniel al mesero viendo mal a Scott por dirigirse así al mesero.
— ¿Quieres tomar algo? — Chris le dijo a Ella.
— Quiero agua — dijo Ella sonriendo que no había dejado de sonreír desde que llegó ¿Tenía descompuesta la boca? Claro que no, está feliz porque en una semana se casaría con el hombre que yo amo, pero eso ella no lo sabe, la envidiaba.
— yo también, por favor.
— ¡Que aburridos! — mire a Scott y a Chris — están en un bar, trae un brandy a cada uno — le dijo Scott al mesero.
— sabes que no tomó Scott — Ella sonrisas miró a Scott.
— Suéltate un rato hermana, igual tu Charles aprovecha que no tienes a tu madre aquí.

El aire se había vuelto muy incómodo, sonó mi teléfono y era un mensaje.

Le respondí rápido para que nadie se diera cuenta su celular sonó, él sonrió a la pantalla de su teléfono.

— Amelia no eres de aquí ¿verdad?

Mire a Ella nerviosa y luego a Chris.

—no, soy mexicana.
— ¡vaya! Te vi en la fiesta del rey trabajas como traductora.
— Si.

¿Por qué me habla? No quería hablar con ella.

— Ahí nos conocimos en el trabajo — intervino Drew.
— ¿Y cómo se conocieron ustedes?
— en realidad fue Amelia que nos presentó — dijo Trevor.
— ¿Amelia? — todos miramos a Chris.
— Si se acercó a mí, coqueteando — dice sonriendo Trevor hacia mi.
Chris puso cara de pocos amigos, lo ignore.
— En realidad solo me acerqué porque Drew quería conocerte y no tenía las agallas para acercarse a él.
— Es verdad, te alegraste cuando dije que era gay.
Le sonreí a Trevor ignorando a Chris, ni lo miré.
— entonces ¿Tienes novio? — Ella me preguntó.
Esto ya es muy incómodo.
— Ella ¿viniste de detective? — le dijo Chris ella se ruborizó.
— lo siento, solo es curiosidad.
Le sonreí a Ella a fuerzas.
— No tengo — dije contestando.

El mesero llegó con sus bebidas, todo esto ya era muy incómodo y viene ella a hacerme preguntas, sentía la mirada de Chris sobre mí.
— Amelia si no tienes novio, tal vez te gustaría salir conmigo.
— No creo que Amelia quiera salir contigo — dijo Chris.
— ¿ahora tú contestas por ella?
Chris miró enojado a Scott.
— ¿Qué harán para mañana? — Daniel intervino por qué por la cara de Chris le iba a contestar algo a Scott.
— ¿Qué hay mañana? — pregunté.
— es noche buena — contesto Trevor.

Me había perdido por completo de los días, el culpable lo tenía enfrente.

— ¿No tienes planes para mañana?
— En realidad se me había olvidado que mañana es noche buena.
— Puedes venir a mi casa morenita.
— Gracias.
— O a la mía — Scott me miró sorprendido sonriendo su mirada decía otra cosa que me desagrado.

A tiempo sonó mi teléfono me disculpé, fui directo al baño para poder escuchar.

— ¿Bueno?
— ¿Lia?
— Alex.
— ¿Cómo estás? — la voz de Alex sonaba cansado, no puedo decirle la verdad de cómo me encontraba.
— Bien ¿Y tú?
— Estoy bien — hubo un silencio — Lia tu madre me habló dice que no has hablado con ella.
— He estado ocupada.
— Está preocupada por ti, me preguntó de qué porque las veces que habla no estoy contigo ¿Aún no les dices?
— No.
— ¿Por qué?
— Porque no he podido.
— Lia están esperando la boda deberías decirle.
— No creo... — me quedé en silencio unos segundo— No tengo el valor.
— No es justo para ellos, si no se lo dices tú lo diré yo, lo tienes que hacer.
— Tú tampoco le has dicho a tu familia.
— Lo he hecho.
Se me detuvo el corazón ¿Qué ha hecho?
— ¿Qué?
— Ya les he dicho, Lia.
— ¿Por qué? Sabes que en cualquier momento se lo pueden decir a mi familia.
Me había entrado las ganas de llorar.
— Les he dicho que no dijeran nada.
— me odian.
— No digas eso.
— yo lo hago.
— Lia no hagas esto.
— Alex...
— No, Lia.
— Siento mucho todo.
— me tengo que ir Lia — Ya tenía el nudo en mi garganta en cualquier momento lloraría — Cuídate ¿Sí?
— Tu igual Alex, te quiero.
— adiós Lia.

Colgó el teléfono sintiéndome una miserable, le había hecho daño por Chris y Chris me hizo daño a mí; el karma es una perra y sabía que en cualquier momento me llegaría, pero no tan pronto y no rompiendo mi corazón en mil pedazos, tenía ganas de gritar de tirarme al suelo en posición fetal llorando, mi vida era un desastre, se había vuelto un desastre en menos de un mes ¿Cómo llegue a tanto?

Mañana era Navidad y no me había sentido tan sola como ahora, no tenía a nadie con quien pasarlo.

Mi festividad favorita.

Estaba arruinada, mi única familia aquí no podía verme, me odiaba y con justa razón, no me había dado cuenta de que las lágrimas ya habían salido, a pesar de todo lo que Chris me hizo, con él es que quisiera pasar la navidad ¿Acaso puedo ser tan estúpida? No lo sé, pero no borras a una persona de la noche a la mañana, quería salir y decirle a todos la verdad y decirle que me escoja, rogarle otra vez, pero esa persona no era yo, no está bien mendigar un amor que no quiere nada contigo, amo a Chris que se casara en menos de una semana con Ella, la hermosa mujer que tiene a lado que soy insignificante a su lado.

Estaba arruinada, mi única familia aquí no podía verme, me odiaba y con justa razón, no me había dado cuenta de que las lágrimas ya habían salido, a pesar de todo lo que Chris me hizo, con él es que quisiera pasar la navidad ¿Acaso puedo ser tan e...

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