Amelia solo quería una vida feliz a lado del amor de su vida.
Tenía su vida planeada en su cabeza, pero nunca imagino que mudarse a un continente diferente, lo cambiaría todo.
12/02/2019
Estaba con Drew y Trevor cuando las campanas empezaron a sonar, no sabía que significaba eso.
— ¡Diablos! — fue lo primero que dijo Trevor. — ¿Qué pasa? — pregunté nerviosa. — El rey ha muerto. ¡Dios! Me levanté de golpe a buscar mi celular vi que tenía una llamada perdida de Chris, le llamé, pero él no contestó.
— ¿te ha contestado? — No. — Daniel tampoco le ha respondido a Trevor. — Es muy triste. — Lo sé.
Me ponía triste porque a pesar de que lo conozco poco siempre ha sido amable conmigo y estoy agradecida por eso.
Esa noche dormí pegada al teléfono esperando que Chris me devolviera la llamada, pero no lo hizo, no quería ser insistente con él se lo duro que debe ser perder a un padre, yo amaba al mío y no veía una vida sin él y mi mamá. El país, incluso el mundo estaba de luto por el rey, aún no me había podido comunicar con Chris, le he enviado varios mensajes incluso le mandé a Daniel aunque no se sintiera correcto mandar mensaje, pero era el único recurso, quise armarme de valor e ir al palacio, pero no estaba seguro si me dejarían pasar, sé que tenía muchas cosas que hacer por lo que me había explicado Trevor, al medio día las televisores se interrumpieron por qué Chris el nuevo rey daría unas palabras, salió con un traje negro, se veía cansando.
— Queridos ciudadanos y el mundo entero, quiero agradecerles todo el apoyo que nos han brindado en las últimas horas a mi familia y a mí, mi padre murió en paz y tranquilidad. Agradecemos las muestras de respeto que dejan en la puerta del palacio, mi padre siempre decía que no merecía tanto amor que ustedes le daban. Gracias a todos. Larga vida al rey Carter.
Se cortó la emisión, los siguientes días antes del funeral la televisión solo aparecía cosas sobre el rey Carter; como su vida, su reinado y esas cosas.
Hoy veré a Chris, aunque sea de lejos por el momento, hoy es el funeral del rey, después de varios días de haber muerto, tenían muchos protocolos que seguir. Hubo unos días dónde se encontraba en el palacio para que la gente fuera darle su respeto. Está vez varios presidentes y representantes de países vendrían por lo que significaba que tenía que trabajar, cuando llegamos a la iglesia era un mar de personas vestidas de negro, tuve que comprarme un vestido negro de emergencia, otra vez me habían asignado al presidente de mi país. Salí después de él y su esposa de la camioneta, los policías estaban al rededor dejando a tope a las personas que se encontraban ahí que venían a dar su respeto, aunque no pudieran entrar. Me he estado enviando mensajes con Daniel estos días me había dicho que Chris realmente estaba muy ocupado y su celular estaba desaparecido, ellos ya estaban ahí, en la primera fila, estaba abarrotado mucha gente lo que era imposible que me viera, había cámaras de televisión grabando todo, fotógrafos adentro y afuera, tenía una mirada triste que trataba de disimular, sé que se aguantaba las ganas de llorar, verlo así me partía el corazón, tenía ganas de correr abrazarlo, pero no era correcto.
— Es muy triste — dijo la esposa del presidente. — Si lo es — contesto nostálgico — Debemos acercarnos a darles el pésame. — Claro. El presidente y su esposa caminaron a un lado donde se había formado una fila para pasar a dar el pésame a la familia real, mire detrás de mí y se encontraba Drew chocamos miradas y con su pulgar arriba me dijo que todo estaba bien, estaba nerviosa de pasar no sabía que decir obviamente tenía que traducir al presidente y a su esposa, pero era la primera vez que veía y hablaba con Chris desde que murió su papá, pensé que no avanzaba rápido, pero en realidad si, solo faltaban una persona antes que nosotros yo estaba atrás del presidente y su esposa, Chris y yo cruzamos miradas es lo que necesitábamos para comunicarnos, se empezó acercar a mí, pasando a los demás empecé a mirar a todos lados nerviosa, él me jaló y me abrazo, lo abrace en respuesta.
— no sabes cuánta falta me has hecho. — lo siento, mucho cariño — fue lo único que pude pronunciar y sin pensar que lo haría me besó.
Me sentía como en las películas donde el chico corre en busca de su chica después de que hayan pasado algo malo entre ellos, corre entre la multitud para llegar a ella y por fin besarla así fue, él me beso sin importarle los demás y yo sabiendo que terminarlo de besarlo mi vida cambiaría por completo, pero un día se tenía que saber lo de nosotros, ya estamos comprometidos tal vez no era un gran momento, pero no importaba ya estaba con él, me necesitaba.
El beso no tardó mucho, pero se sintió así.
— Tengo que seguir trabajando — todos nos miraban sorprendido. — Te quiero a mi lado. — estoy trabajando. — Drew podrá encargarse. Él miró a Drew. — Yo puedo. Mire a Drew sorprendida de cómo había llegado tan rápido. — Chris. — Es una orden. — no me mandas. — Soy el rey. — No veo tu corona majestad. — la tendré pronto, vamos. Él tomo mi mano pase a lado del presidente y su esposa que me miraron con la boca abierta me disculpé con la mirada de ellos. — Daniel, lo siento — lo abrace. — Gracias. — Su majestad — hice reverencia a la Reina — lo lamentó mucho. — Gracias Amelia — me dio una sonrisa triste.
Chris no me soltó la mano y me puso a su lado no sabía si era eso correcto, pero ahora él mandaba eso creo.
— Lamento haberme desaparecido estos días — beso mis manos. — No te preocupes cariño ¿Cómo estás? Sé que es algo estúpido preguntar. — No lo es, en absoluto. Habíamos abandonado la iglesia, ahora nos encontrábamos en el palacio antes que los demás llegarán. — No puedo creer lo que hiciste Chris. — ¿Qué? — Exponernos. — No pude resistirme, más de una semana que no te veo. Él me besó. — Lamento interrumpir, pero están llegando. — Si, gracias Melody — ella salió sin hacer ruido. — Vamos. — Solo tengo que ir al baño. — te acompaño. — No, anda ve, te veo ahí. — ¿Segura? — Si, solo necesito que me indiques dónde hay un baño. — Subiendo las escaleras pasas dos puertas mano izquierda. — Gracias. El medio un beso rápido y salió de la habitación vi como varias personas lo fueron siguiendo, subí las escaleras en busca del baño, hice lo que tenía que hacer, salí del baño, pero me detuve a ver una pintura que se veía muy bonita.
— Fue un regalo de mi esposo. — Su majestad — la reina me había asustado hice una reverencia cuando me recupere. — Amelia. — Lamento mucho su perdida. — Ya lo has dicho — me miró con una sonrisa que no sabía cómo interpretar. — lo siento. — cuando llegue al palacio todo me sorprendía todo era y es tan irreal algunas veces. — Sí... las pinturas son hermosas. — No todo fue color de rosas a pesar de que yo había nacido en una familia privilegiada la madre de Carter no me aceptaba yo no entendía por qué — Iba a decir algo, pero ella me silencio alzando su dedo índice — ahora lo entiendo haces lo que sea para proteger a tus hijos — me miró — es por eso que tú nunca vas a hacer suficiente para Charles, no tienes educación sobre nuestras costumbres y tradiciones, no entiendes nada de esto, eres insignificante. Aún no sé qué vio Charles en ti, yo no soy mi esposo que te acepto, quiero dejártelo en claro, Charles merece alguien mejor, lo tenía y lo dejo ir, pero nunca es demasiado tarde así que disfruta de tus días, querida.
Dos hechos. Uno: la reina me odiaba y me hizo sentir poca cosa. Dos: Me creí cada palabra.
Tenía razón era insignificante, pero está insignificante persona le demostrará lo contrario, me limpié mis lágrimas, suspiré. Ahora estaba lista para enfrentar lo que venía.
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