Capitulo 36

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Amelia

— Chris — Obvio era él — pero ¿Qué haces aquí?
— Siento no haberme dado cuenta antes y hacerte pasar por eso.

Me limpio las lágrimas de mis mejillas, no podía creer que estaba aquí.

— Te amo Amelia — pegó su frente con la mía
No podía hablar estaba sin palabras, quería decir muchas cosas, pero mi cerebro no las procesaba.
— Pero ¿Cómo?
— No pude hacerlo — lo mire sorprendida — no la amo, nunca lo he hecho, no de la manera en la que te amo a ti, te quiero conmigo, quiero estar contigo, pero estaba asustado. Tenías razón fui cobarde, pero estoy aquí dispuesto a luchar por nosotros.
— Chris...
— Solo di que sientes lo mismo.
Por supuesto que siento lo mismo, pero me había lastimado mucho ¿le iba a permitir que entrara de nuevo a mi vida?
— ¿Cómo sé que no me volverás...?
— No lo sé, así como tampoco sé que tú lo harás, quiero esto, te quiero a ti.
— tengo miedo — reí porque todo esto era inimaginable. Pensé que había perdido a Chris para siempre, en cambio lo tengo aquí diciéndome que me ama y quiere estar conmigo, sé que a pesar de todo lo que haga para no quererlo no funcionará por qué lo amo demasiado e ir contra la marea cansa — yo también te amo.

Podía brincar de felicidad, la vida es una serie de momentos hay que aprovechar los buenos porque en unos segundos acaban, me había entregado a Chris fácilmente, pero el amor te hace débil y fuerte a la vez, no está mal serlo no sufriré diciéndole que no, porque no es lo que quiero, quiero estar con él.

Él me besó de nuevo no sé cuánto tiempo la gente nos empujaba, pero no nos importaba solo éramos él y yo.

— Feliz año nuevo Amelia.
— Feliz año nuevo Chris.

Aquí estaba lo que siempre había soñado estar en año nuevo y dar ese beso en Nueva York como se veía en la tele, no empezó de la mejor manera, el final es lo que importa.

— Te amo, cariño.

Me dio un beso en mi hombro, paseaba su dedo índice en mi espalda me atrajo hacia él, su nariz me hizo cosquillas atrás de mi cuello.

— te extrañé mucho.

Me moví para verlo a los ojos.

— Te amo, Chris.

Le di un beso en la comisura de sus labios, en un movimiento se puso encima de mí frotando su miembro en mi feminidad, hasta que lo introdujo dentro de mí haciéndome gemir, con mis dos piernas lo abracé de la cintura para darle más acceso, sus movimientos me hacían venirme de placer, él me silenciaba con besos, me puse arriba de él quería llevar el asunto y me gustaba verle como disfrutaba con mis movimientos, fui haciéndolos más rápidos, sus manos tocaban mis pechos, los dos llegamos al clímax al mismo tiempo.

Me acabé el último pedazo de pastel del plato, mi celular sonó era mi madre, otra vez me estaba presionando para que volviera a casa, no dejaba de hablarme por teléfono.

— ¿Qué pasa? — Chris apareció de nuevo después de irse a hablar por teléfono.
— Es mi madre que quiere que regrese a casa, no ha dejado de llamarme y mandarme mensajes, he hablado con ella ayer para que no se preocupe, pero dice que estoy sola en una ciudad que no conozco.
— No estás sola.
Puse los ojos en blanco.
— Lo estaba — lo jale de su bata para acercarlo a mí y poder besarlo, pero la llamada de mi madre nos interrumpió.
— no dejará de llamar hasta que no le contestes, cariño.
— si contesto ahora empezará a regañarme como si tuviera 10 años.
— ¿Tú qué sabes?
— No la conoces.
— Solo contéstale.
— Lo mismo te diré cuando tu mamá vuelva hablarte.
— Es diferente.
— ¿Solo porque eres un príncipe?
— Ya no sé si soy un príncipe — empezó a besar mi cuello mandando una sensación a mi parte más sensible, acaricie la parte descubierta de su pecho, mi teléfono sonó de nuevo haciendo que diera un pequeño brinco y él empezará a reír — Contesta — agarró mi teléfono, oprimiendo el botón de contestar antes de que protestará me lo entrego, lo mire con cara de pocos amigos.
— Mamáz
— Amelia ¿Dónde estás?
— aún sigo aquí en Nueva York.
— ¿Por qué no contestas? Me tenías con la preocupación, tantas cosas que pasan — dijo gritando tuve que alejar el teléfono de mi oído, le volví a poder mala cara a Chris.
— Tranquila estoy bien — <<más que bien>> miré a Chris que me veía divertido — No me ha pasado nada.
— Eres una mal agradecida con tu madre Amelia, no sabes cómo pase año nuevo preocupadísima por ti y todavía me contestas mal.
— Mamá no empieces, por favor.
— ¿Qué no empiece? — abrí una puerta que no puedo cerrar, no hasta que acabe de regañarme — Amelia soy tu madre no deberías hablarme así, sabes cómo soy con mis nervios.

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