Capítulo 31

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Chris

— ¿Cómo te sientes?

Daniel se aventó a mi lado en la cama.

— Mantenerme ocupado me ayuda a no pensar tanto, pero no quiere decir que no lo haga ¿Si entiendes?
— Lo hago.

Mi madre se molestó mucho cuando supo que fuimos a ese bar y no ayudo las fotografías que salieron al día siguiente en la prensa, habían vinculado a Daniel con Amelia.

"¿Un nuevo romance en la puerta?"

Era el titular, varias fotografías de ellos bailando, mi madre casi le sale de todo de su boca, me había dicho que me alejara de Amelia y luego salen fotos de ella en el mismo lugar donde me encontraba con Ella, se calmó cuando le explicamos que no sabíamos que ella estaba ahí y que menos era amigo de la nueva conquista de Trevor, Daniel ya lo sabía, pero yo no así que era en parte verdad nada más porque teníamos suficiente edad para castigarnos, si no lo estaríamos.
Las fotos de Ella y mías las vi, pude entender por ella me dijo que quería algo como lo de nosotros, solo lo hice para darle celos como ella lo hacía con Scott, nunca pensé verme así con Ella porque no significaba nada para mí.

— Somos inevitables eso me dijo.
— si lo son, por más que quieran mantenerse alejados siempre hay algo que los mantiene unidos.
— Dani si no te tuviera no sé qué sería de mí, me encontraría solo en este mundo.
— Lo mismo digo.
— Es diferente contigo, Dani tú si tienes otros amigos, todo esto no me ha dado tiempo de hacer amigos de verdad, ella era mi amiga de verdad y lo arruiné.
— aún me tienes a mí.
— Si, pero no por mucho después de la boda te vas a ver tu partido de basquetbol.
— Solo por unos días.
— Ya sé, lamento que no fuiste cuando querías.
— No te preocupes dicen que se pondrá bueno por qué es en Nueva York.
Nueva York una ciudad que Amelia quería ir.
— ¿En serio no pasarás año nuevo aquí?
— En serio.
— Quisiera quedarme, pero...
— Te entiendo.
— Hoy vi a papá más animado.
— Le gusta la navidad más cuando estamos juntos.
— Lo sé.
— No sé cómo soportas a Scott.
— no es tan malo como parece.
— Me cae peor ahora que sé que quiere algo con Amelia.
— En días será tu cuñado oficialmente.
— qué felicidad.

Daniel me pegó en el hombro amistosamente.

— Charly me gustaría quedarme a platicar como mujeres en pijamada, pero estoy agotado aún no me recupero de la noche navideña.
— Yo necesito más trabajo.
— Deberías descansar el día de tu boda te verás como un zombi salido de the walking dead.
— es imposible, estoy demasiado guapo.
— Hermano no te mientas.

Los dos empezamos a reír salió por la puerta con un saludo de soldado, agarré mi iPad poniéndome audífonos puse música.

— Eso es algo asqueroso.
— No lo es, en mi país así lo comemos, bueno algunos ¿Quieres probar?.
— No lo creó.
— ¡No seas niña! — Puso el tenedor enfrente de mí— pruébalo.
— Estoy lleno.
— Vamos Chris, no seas llorón.
— Está bien.
Abrí la boca para recibir la comida, mi cara de asco le provocaba gracias, si no tenía mal sabor, pero no lo volvería a comer.
— ¡Oh dios! ¡Llamen a la ambulancia por favor! — La mire con cara de pocos amigos — No moriste, cariño.
— Estuve a punto.
— Eres un pesado — sé que no le gustaba cuando me comportaba así, pero me gusta su cara que pone enseguida cuando le desagrada algo, se le hace una arruga en medio de sus cejas haciendo puchero, la tomé del brazo y la atraje a mí.
— ven aquí cariño — ella puso resistencia, pero al final dejó que le diera un beso, bese sus labios y su arruga que era muy suave — Si estuvo rico — le sonreí y ella sonrió en respuesta.
— Te lo dije.
Y así cambio de ánimo en un segundo.

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