Amelia
Estamos tirados en la cama desnudos y la sábana enredada entre nosotros. Mi cabeza la tenía sobre su pecho, mientras él acariciaba mi espalda, podía sentir su corazón era extraño, pero eso me relajo y no me di cuenta cuando me quedé dormida.
El sonido proveniente de mi celular me despertó, me levanté para buscarlo en mi bolsa, contesté sin ver quién era.
— Bueno. — dije con sueño.
— Señorita Rodríguez.
— si con ella habla.
— le hablamos por el trabajo que solicitó.
— Sí, sí.
— ¿Queríamos preguntarle si podría venir a las oficinas mañana a las 10:00 am?
— Por supuesto.
— Le enviaremos la dirección por correo, esperamos verla mañana.
— Muchas gracias.Colgaron.
— ¿Qué hora es? — preguntó adormilado Chris.
Mire la pantalla de mi teléfono.
— La una.
— ¡Cielos!
Se levantó de un brincó.
— ¿Qué pasa? — pregunto confundida, desapareció de la habitación y cuando volvió aparecer ya estaba vestido con el celular en mano.
— tengo que irme.Estaba preocupado podía verlo en su rostro.
— hubo un problema en el trabajo — se acercó a mí y me dio un beso — ¿te veo mañana?
— no puedo, tengo una entrevista.
Él me miró sorprendido.
— ¿Entrevista?
— ayer mandé mi solicitud para intérprete.
— pensé que ya no lo ibas a hacer.
— Desde que tengo la mayoría de edad trabajo y me siento rara al no hacerlo.
— Entonces ¿no te veré mañana?
— Me toca ir a las 10, tal vez después.
— avísame.Me vestí rápido y entre al baño a tratar de peinarme que estaba hecho un asco, cuando salí él ya me esperaba en la puerta del departamento con mi gabardina en brazos.
— Me avisas mañana
— Saliendo a penas te mando mensaje.
— Perfecto.Me tomo del rostro y me dio un beso.
— Debería irme, de lo contrario nunca llegaré.
— ¿Te despiden?Puse cara de pícara y él sonrió.
— no pueden, pero tendré muchos problemas.
— Pues ya que.Se puso su gabardina, su gorra y por último unos lentes oscuros, se veía guapo, tanto que me dieron ganas de volver a desvestirlo y llevarlo a la cama de nuevo, pero me controle. Salimos al frío y me despidió con la mano cada quien fue por caminos diferentes.
Cuando llegué al departamento cociné, Alex me había mandado un mensaje que venía a comer, mi ropa aún olía a él, puse la ropa en la lavadora, de todas formas ya necesitaba lavar.
Estando aquí en el departamento me sentía mal por lo que hice unas horas antes con Chris, el remordimiento de estar engañando a Álex me presionaba el pecho, no me gusta sentirme así y más al pensar que mis padres se sentirían muy decepcionados de mí, así no me criaron, no sé qué me pasaba yo no era así siempre me gustó de mí el que era sincera conmigo misma y con las demás personas, en este momento no estaba siendo honesta con Alex peor siendo infiel, decía que la infidelidad se daba cuando no querías a la persona, por más que doliera admitirlo era verdad.
Yo ya no quería como antes a Alex, tenemos historia y eso no cambiará, no es que lo deje de querer de la nada porque aún le quiero, pero no de la misma manera en la que debería hacerlo, no como él se merece al menos. Me restregué bien con la esponja como si eso desapareciera lo que sentía, pero no lo hizo y sé que no lo hará, hasta que libere la verdad.
Cuando salía de bañarme Alex apareció en la habitación.
— Hola, amor.
Me dio un beso rápido en los labios.

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Real Love
RomansaAmelia solo quería una vida feliz a lado del amor de su vida. Tenía su vida planeada en su cabeza, pero nunca imagino que mudarse a un continente diferente, lo cambiaría todo. 12/02/2019