El Sol: "Cuando tú me besas"

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— Al fin una noche para nosotros dos Teo. — Adrián De la Cruz sonreía plenamente sentado en la mesa de un restaurante viendo de frente a su pareja Teodoro Saucedo quien simplemente avergonzado miraba la carta.

— De haber sabido, jamás había aceptado salir a solas contigo. — Dijo enojado.

— Vamos Teo, tú me regalaste este fantástico viaje contigo y Alicia quise hacer algo para agradecerte y esto fue lo mejor que se me ocurrió. — Dijo mientras tomaba un poco del vino que estaba en sus copas fue cuando lo bebió que su rostro se tornó un poco disgustado. — Jamás pensé que diría esto, pero extraño el vino Montesco. —

— Wow, aguanta. — Dijo sorprendido el joven viendo con una sonrisa a su pareja. — Pensé que ibas a decir que extrañabas el tequila De la Cruz, ¿Por qué me sales con esa del vino Montesco? —

— Ok, confieso... — Dijo un poco molesto el charro desviando la mirada con cierto puchero a la vista. — He estado bebiendo más vino y bueno, creo que me empieza a gustar más. —

— Mierda, ¿No me digas que ya te llego la crisis de mediana edad? Darío me comentó que algo así le pasó a Damián cuando llegó a los 40, solo que él estuvo obsesionado con su peinado y juegos eróticos. — Dijo rápido el chico provocando vergüenza en su pareja.

— ¡No! ¡No soy tan viejo Teo! —

— Ya vas en camino a los 40, tienes 36 pero ya vas para allá. Creo que es común que te sientas incomodo teniendo en cuenta que tienes de pareja a alguien tan jovial como yo. — Dijo sonriente el joven Teo quien orgulloso pasaba su mano por su cabello perfectamente peinado.

— Si, lo dice la misma persona que tiene tremendas patotas de gallo a lado de cada ojo. —

— Pfff, como si eso me fuera afectar. Buen intento. — Un poco nervioso el joven de piel clara de repente se miró en el reflejo del servilletero de plata tocándose una de los extremos de sus ojos. — Pinche Javi, malditas cremas. — Susurró.

Después de haber pedido y comenzado a comer una duda empezó a rondarle en la cabeza al joven quien miró a Adrián con extrañes mientras que el charro también se le quedó viendo.

— ¿Qué ocurre? — Dijo con un bocado aun en la boca.

— ¿Qué hoy no le ibas a decir a Rey acerca de la competencia con la escuela de Colima? — Preguntó con los cubiertos arriba. — Si. — Dijo viendo su reloj. — Creo que es buena hora. — Tomando su celular de la mesa se levantó limpiando sus labios con una sonrisa.

— Permíteme unos minutos ahorita regreso. —

Adrián fue hacia un pequeño balcón donde se veía que estaba hablando por teléfono, mientras tanto Teodoro se quedó viendo su comida pensativo, recordaba todo lo que causo la llegada de Valentino al rancho y eso fue su culpa por no saber nada de él desde antes. De hecho no estaba al tanto que era el medio hermano de su padrino, nunca lo vio en ninguna de las fiestas que le habían invitado en el rancho cuando era niño, o ¿Tal vez si? Por más que tratará de recordar simplemente no llegaba ningún recuerdo de él a través de los años.

El Charro: "Pugna de Reyes"  (LGBT/Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora