El Charro: "Pugna de Reyes" (LGBT/Finalizada)

La Dama: "Si no la tengo" (2da. Parte)

— Está bien, confió en ti mi amor. — Los minutos pasaron poco a poco, mientras pasaba la presentación de mi contrincante, de repente apareció Valentino con la soga, dándome en las manos aquella soga que le había pedido.

— ¿Qué es lo que planeas mi príncipe? — Preguntó el charro a lado de mí con nerviosismo.

— Nada, que no me hayas enseñado. — Sonreí un poco, rápidamente hice un nudo haciendo un gran circulo por donde pasé la cabeza de Hades. Después de eso sujeté con fuerza el sobrante mientras me empezaba a concentrar en lo que estaba a punto de hacer.

La presentación de aquel chico había terminado, los jueces que estaban calificando la suerte empezaron a deliberar y dar sus calificaciones mientras el presentador despedía al jinete y al caballo, para continuar enseguida con mi presentación...

*

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— Xenres, Xenres... — Abría los ojos viendo como el amanecer llegaba a la habitación era una aura tranquila. — Despierta chiquillo. Tenemos que ir con tus padres. —

Una voz me llamaba con gentileza mientras volteó a ver en donde provenía aquella voz.

— Eugenio. — Dije en un susurro. Mientras me levantaba de la cama, viendo a aquel joven de piel blanca con ojos oscuros y barba frondosa, sus manos se colocaron en mis mejillas dándome un beso con ternura.

— ¿Qué sucede chiquillo? — Me sonreía con ternura.

*

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— ¿Príncipe? — Dijo con preocupación Valentino mientras me veía.

— Lo siento, me fui un momento. — Sonreí, el presentador estaba llamándome hacia el centro del ruedo. De repente comencé a caminar con Hades y Valentino estaba a un lado de mí. Cuando llego observó como toda la gente me aplaude y como de repente caía en cuenta que estaba a unos segundos de acabar con todo, todo el entrenamientos, los días en el rancho.

— Suerte, mi príncipe. — Su sonrisa, sus ojos, todo de él me daba la confianza que necesito para continuar y dar lo mejor de mí, sostuvo mi mano un momento y sabía lo que decía aquel gesto.

— Yo también Valentino. — Sonreí. El charro se alejó de mí y Hades dejándonos solo. Era la hora de la verdad, una música de mariachi comenzó a sonar en todo el lugar, comencé a cabalgar mientras la música sonaba.

Veía como mi príncipe estaba cabalgando a través de todo el ruedo, como le ordenaba a Hades girar, caminar y trotar, seguía un poco confundido acerca de lo que iba a hacer con la soga, era una presentación de 5 minutos y estaba más que nervioso porque, estaba haciendo todo lo que le enseñamos.

— ¿Qué planeas hacer príncipe? — Me seguía preguntando mientras miraba la presentación, Xenres se veía muy atractivo mientras seguía cabalgando, su mirada determinada me provocaba una sensación dentro de mí, me enamoraba verlo así. Era fuerza que emanaba era demasiado atractiva, estaba convencido que él era alguien con quien quisiera intentar algo, permanecer a su lado, despertar a su lado.

De repente observé como el empieza a tomar velocidad alrededor del ruedo con Hades dando dos vueltas completas al lienzo, de repente puedo ver como lentamente Xenres se pone de pie encima de la silla dando una vuelta más al ruedo en pie, todos comenzaron a aclamarlo emocionados, mientras Xenres caía sobre la silla haciendo bailar al cuaco de manera elegante al ritmo de la música, maravillados era poco para las expresiones de los observantes.