Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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Estaba abriendo los ojos detenidamente mientras poco a poco comenzaba a escuchar unas voces a lo lejos, mis sentidos apenas se iban despertando cuando de repente notó como Reynaldo estaba en sentado en una silla del comedor tarareando una canción con voz baja.
— "Debí escuchar tu corazón, llevarte al cielo con mis besos... Entre las nubes y ante dios jurar por siempre am... " Zac, despertaste. — Un leve sonrojó se mostró en su rostro al verme, tal parecía que le dio un poco de vergüenza que lo haya visto cantar pero yo no entendía la razón.
— ¿Por qué te sonrojas? Te he visto cantar muchas veces. ¿Acaso es por la canción? Tampoco te preocupes, te escuché cantarla después de que hablaste con Sam en el restaurante de Richard. Es muy bonita. — Sonreí mientras me sentaba a un lado de él.
— Solo es el coro, cuando tú y Xenres se fueron de la competencia, después de varias semanas aun abatidos por lo que paso, Valentino y yo como una forma de desahogarnos comenzamos a escribir que al final resultaron en dos canciones que he cantado en el restaurante. "Defiéndete" y "Debí" — La cara de Reynaldo se veía como pocas veces pasaba, estaba a punto de decirle algo y lanzarme a besarlo pero de repente la puerta de su casa se abrió dejando entrar a un Adrián De la Cruz bastante alterado.
— ¡Ramito de Violetas! ¡A mi madre le envían ramitos de violetas!— Adrián comenzó a caminar por toda la casa completamente ido en sí, Reynaldo rápidamente fue a detenerlo.
— Detente, reina del drama. ¿Qué quieres decir con eso de ramito de violetas? — Se quedó viendo a su mejor amigo con seriedad.
— Hoy mi madre recibió un ramo de Violetas. Venía con un mensaje, mi padre no está en casa desde ayer y ammm... Solo salí huyendo de allí diciendo que había una urgencia en el campo. Pero fui a la florería y el señor Vicente me dijo que eso era común, que desde hace décadas que le enviaban ramos de violetas. ¡Mi madre le está siendo infiel a mi padre desde hace años! — Grito de repente provocando el susto en Rey y también en mí.
— Oye cálmate Adrián. No podemos dar eso por hecho, además mira de quien hablamos es tu mamá. — Comentó nervioso.
— Con amor las recibe y como siempre sin tarjeta... Le envían un ramito de violeta. ¡No chingues es obvio!—
— ¡No bases esto en una canción! Además recuerda cómo termina la canción al final fue el esposo que le envió el ramito. Eso da una posibilidad a que sea Don Isidro quien envié aquellos regalos ¿No? — Sonrió Reynaldo con esperanza que Adrián le volviera el ánimo, pero solo se dejó caer en el sofá.
— Mi padre no es de esos hombres. Imposible. La canción no termina igual en este caso. — Dijo aún más desanimado.
— Este, ¿De qué canción hablan? — Pregunté de repente con una cara extrañada y fue Reynaldo quien me miró con preocupación.
