Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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Habían pasado más de 7 meses después de que dejé el curso de verano. Algo dentro de mí no me permitió participar en la carrera que me tocaba, sentí miedo de lo que pudiera ocurrir después de eso, miles de ideas pasaron en mi cabeza al verle cantar. Solo pude disculparme con Midnightstar por dejarlo plantado en el gran de su regreso, después convencí a mi primo y a Max de irnos, pasar por mi maleta y volver a Estados unidos.
Durante ese tiempo seguí concentrándome en mi carrera, mi canal de YouTube aumentó sus números con los pocos videos que pude grabar al principio del curso donde mostraba mis aventuras. Por supuesto después tuve que hacer un Live dando una razón del porque no había más videos. Una mentira bastante sacada de la manga, pero suficientemente convincente.
Después me mudé a New York ya que mi padre obtuvo un empleo en un hospital prestigioso, debido a ese cambio, mis estudios se atrasaron un poco debido al distinto plan de estudio que tenía en mí otra universidad. No me importó mucho.
— Oye, ¿Crees que puedas ayudarme en algo? — Me quedé parpadeando varias veces cuando de repente estaba Richard afuera de mi casa.
— Depende ¿Qué quieres? — Dije extrañado.
— Necesito que me acompañes al lugar donde será mi nuevo restaurante. — Eso fue lo único que me dijo antes de sacarme de mi casa y llevarme en su auto al edificio que había construido.
Cuando llegamos simplemente era una decoración bastante familiar, era colorida con varias paredes pintadas con murales divertidos de varios pasajes de México, así como papeles coloridos en algunas partes del techo, muchas plantas que daban vida, mesas y sillas de madera perfectamente acorde a la temática del lugar, así como al fondo estaba una especie de escenario donde un micrófono estaba puesto en medio.
— ¿Tu restaurante es mexicano? — Pregunté.
— Si, después de ir a México me convencí de que tenía que hacerlo mexicano, quiero que cada día que abramos sea una fiesta como las que vivimos. Ya tengo la música, las playlist, el personal, solo me falta una últimas pruebas al menú que preparé, y que hice siendo fiel al sabor del país vecino. —
No solo era yo, había mucha gente más para la prueba de la comida que estaba a punto de dar a probar, varios éramos estadounidenses que habíamos probado la gastronomía del país, mientras otros eran mexicanos que le darían el visto bueno, ya que ellos son los verdaderos jueces en ello.
Uno por uno nos fueron trayendo platillos acompañados de un vaso con agua de sabor con frutas naturales: Fresa, mango, hojas de flor de Jamaica, agua de arroz, limón verde, melón, y otros más.
Los platillos fueron algo variado, eran platillos sencillos algunos pero otros se veían de alta.
Gran cantidad y variedad de tacos que al parecer era lo primordial para la entrada. Barbacoa, pastor, cochinita pibil, lengua, chorizo, milanesa, tripa, veganos, de pescado, todos acompañados por su verdura y salsas correspondientes.
