Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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Han pasado dos días desde que volví a reencontrarme con Valentino, aquel día solo salí huyendo a la primera oportunidad que vi. No me despedí ni de Salvador, ni de mi profesor y por supuesto no quería despedirme de él. Los comentarios de aquel momento donde besó mi mejilla se corrieron como agua que lleva el rio. Todos sabían de aquel momento y no dejaban de hablar de ello.
— Buen día Ariel. — Dije con una sonrisa leve a mi amigo quien solo me dio una mirada algo preocupada.
— Que tal. Este... — No había visto a Ariel también desde ese día pero ciertamente entendía la actitud de él en ese momento. Y la razón de porque su saludo tan seco, como tratando de evitarme.
— ¿A ti te gusta Valentino De la Cruz? — Pregunté así si más. La cara de mi amigo era más clara del agua al sorprenderse, pero en vez de sonrojarse o hacer algún alboroto, solo se quedó en silencio con la mirada abajo.
— Lo respeto, es solo eso. Es mi jefe y es alguien bastante admirable... —
— Pues eso no decía tu cara cuando estuvo aquí. No sabía que eras gay. — Dije algo serio.
— No lo soy. —
— Si claro, y yo soy Anthony Deligiannis. — Dije sarcástico mientras me ponía de pie. — Por cierto, no te fíes de él, no es lo que parece. — Estaba a punto de irme a otra butaca cuando...
— ¿Por qué lo dices? ¿Tienes miedo de que se fije en mí? Tal vez por eso quieres alejarme. — Sentí la mirada un poco molesta de Ariel, viéndome con enojo. Solo chisté mientras di media vuelta.
— Yo solo te estoy advirtiendo. Él es un buen actor. — Comenté para irme a otro asiento a tomar la clase que me tocaba, mientras tomaba mis apuntes recordaba aquel beso que me dio en la mejilla y aquellas palabras. "Te sigo amando pero te daré un escarmiento que nunca olvidarás" Ciertamente no sé qué pensar, sé que cometí un error, que soy el mayor culpable de esto. Pero, ¿Qué se gana con venir? ¿Qué beneficios le traería vengarse?
¿Por qué me duele pensar que de ahora en adelante nos trataremos como enemigos?
Ese pensamiento hizo que mi pecho doliera y mi mano se aferrara, me llenaba de tristeza que todo aquello acabara así. Después de esa clase me la pasé todo el día solo, debido a que Ariel era la única persona que me acompañaba toda la jornada de clases. Fue en ese momento que mi celular me mandó una notificación de WhatsApp.
<<Mi brenin, ¿Cómo va tu día de escuela? Acá las cosas están yendo de maravilla con las vacas. Quería saludarte y preguntarte... ¿Qué le debo de comprar a tu abuela el día de su cumpleaños? Ya que ese día es el mismo en que regreso a la ciudad. >>
